El Madrid de hace 14 millones de años presentaba un paisaje muy diferente al de hoy. Una sabana casi desértica se extendía por el centro de la península en el Mioceno medio, con un clima tropical muy árido y hasta 10 meses de sequía, según un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) que ha comparado los restos de mamíferos hallados en el yacimiento paleontológico de Somosaguas con los que actualmente habitan África o Asia.

Los resultados de este estudio, publicados en 'Plos One', son fruto de más de 15 años de trabajos de excavación y estudio del material fósil encontrado en el yacimiento paleontológico del campus de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón), que han permitido estudiar cómo era el ambiente durante el Mioceno en Madrid, según informa la UCM.

El tamaño de cada especie viene en parte determinado por las condiciones ambientales del medio en el que habita. Por ejemplo, los elefantes que habitan en lugares húmedos (como los de las selvas asiáticas) tienen un tamaño menor que los elefantes que habitan en lugares secos (como los de las sabanas africanas).

"Partiendo de esta premisa, la distribución de tamaños dentro de una comunidad de mamíferos puede ofrecernos información sobre el clima bajo el cual se desarrolla", explicó Iris Menéndez, investigadora del departamento de Paleontología de la UCM y del Instituto de Geociencias (UCM y CSIC).

Los cambios en el clima

A partir de este trabajo, se ha podido inferir que el centro peninsular tuvo un clima tropical muy árido y con una elevada estacionalidad en las precipitaciones. Tras un breve periodo húmedo, la estación seca pudo llegar a durar hasta 10 meses anuales.

Este estudio relaciona las condiciones climáticas de más de 60 localidades actuales de África y Asia con el tamaño corporal de las comunidades de mamíferos que las habitan.

"Para ello se realizó una recopilación de información de listados faunísticos de mamíferos, sus tamaños corporales como el peso y parámetros climáticos de estos lugares, como temperaturas y precipitaciones, gracias a la cual se pudieron desarrollar modelos estadísticos adecuados para la inferencia de distintos parámetros climáticos" destacó la investigadora de la UCM.

Posteriormente, los expertos incluyeron información de las 26 especies de mamíferos descritas en el yacimiento de Somosaguas, lo que permitió establecer el ambiente en el que vivieron los primeros habitantes registrados en el campus universitario de Somosaugas.

"Este es un yacimiento particularmente interesante en el contexto de los estudios paleoecológicos y paleoclimáticos por situarse en un punto de inflexión del clima del planeta durante el Mioceno, que marcó un cambio desde condiciones globales cálidas y relativamente húmedas hacia ambientes más fríos y áridos, lo cual supuso el pistoletazo de salida de lo que, tras once millones de años, supuso el inicio de las glaciaciones del Pleistoceno", concluye la investigación.