La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ya tiene un plan para luchar contra la proliferación de viviendas turísticas en Madrid. Su junta de gobierno dará luz verde hoy a una herramienta con la que el Ayuntamiento confía en frenar el efecto Airbnb, que está elevando alquileres y despoblando el centro de la capital a pasos agigantados desde hace tres años. La normativa protegerá casi la mitad de los barrios de Madrid (53), entre ellos todos los del interior de la M-30, donde se centra el negocio de los pisos turísticos.

En la práctica, es una «ilegalización masiva de viviendas turísticas», explicaron desde el consistorio, ya que el cumplimiento escrupuloso del plan acabaría «con el 95%» de los pisos Airbnb que operan actualmente en Madrid. Las webs de alojamientos ofrecen unos 21.500 anuncios de este tipo y los turistas representan ya casi la mitad de la población del distrito Centro.