El gesto que todos los europeos tendrán que hacer en la madrugada del domingo, por el que adelantarán una hora sus relojes (de las dos a las tres en el caso de España) para ajustarse al horario de verano, podría tener los días contados. La legendaria expresión "dormir una hora menos" podría pasar a mejor vida. A la controversia tradicional por la eficacia de la medida, cuyos impulsores aseguran que ahorra 300 millones de euros, se ha unido este año la iniciativa preaprobada en febrero en el Parlamento Europeo para acabar con el polémico cambio de hora.

Este cambio de horario se produce dos veces al año, habitualmente el último domingo de marzo y el último de octubre y se empezó a generalizar a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar así electricidad. La Comisión Europea decidió armonizar la fecha de inicio del cambio al horario de verano, que en un principio cada país decidía entre marzo y abril, para evitar desajustes como, por ejemplo, el que afectaba a los horarios de los trenes que cruzaban Europa.

Pero las molestias generadas por el cambio horario ha acabado con la paciencia de ciudadanos de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Holanda, Eslovaquia, la República Checa, Francia y Bélgica. Sus quejas motivaron que un grupo de más de 70 eurodiputados de todos los grupos parlamentarios abogara por introducir una moción en el Parlamento Europeo para acabar con el cambio de hora bianual que, según defienden, genera desajustes en la salud de los ciudadanos y en varios sectores económicos. La moción prosperó en la Eurocámara el pasado febrero.

Husos horarios

Tras el cambio de hora de verano, el Reino Unido, Irlanda y Portugal se colocarán a una hora de diferencia del horario GMT. España, Austria, Bélgica, la República Checa, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Luxemburgo, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Croacia y Holanda situarán sus relojes a GMT+2. Bulgaria, Chipre, Estonia, Finlandia, Grecia, Letonia, Lituania y Rumanía adelantarán la hora a GMT+3.

El coordinador general de la Asociacion para la Racionalización de los Horarios de España (ARHOE), Ángel Largo, ha calificado de «lógica» la revisión del cambio de hora. "Incluso los últimos premios Nobel de Medicina han destacado la importancia de no alterar el reloj biológico de las personas", ha sentenciado.

ARHOE reivindica que no se efectúe el cambio de hora previsto para este domingo de marzo e incorporar a España al huso horario que le corresponde por situación geográfica, el del meridiano de Greenwich, es decir, el mismo horario de Reino Unido, Portugal, Marruecos y Canarias.

Explican que este "desfase horario" se empezó a dar en la Segunda Guerra Mundial, mediante una orden de Gobierno según la cual, ciertos países europeos debían adaptar el horario al de Alemania. Con el fin del conflicto, la mayoría de los países recuperaron su huso horario, pero en España se mantuvo el horario europeo central, en lugar del que geográficamente le corresponde.

A juicio de esta organización, el Gobierno debería estar "al lado de los países que piden valorar si el cambio horario vale la pena", en referencia a Finlandia. "¿El tema económico es tan importante? ¿Vale la pena que por unos cuantos millones se perjudique a la salud de las personas, aquí y en Europa?", se pregunta.

Reforma horaria

Desde Catalunya, la Iniciativa para la Reforma Horaria también ha reclamado a las instituciones europeas la supresión del cambio de hora de verano y de invierno. La plataforma considera que, cuando la medida se puso en marcha, encender o apagar la luz una hora antes implicaba un cambio significativo en el uso de energía. Sin embargo, ahora, cuando la energía eléctrica se utiliza en prácticamente todos los ámbitos -aire acondicionado, calefacción, equipos de música y TV, electrodomésticos, ordenadores-, la diferencia no es significativa. "Además, pensamos que el cuerpo humano tarda mucho más de un día en adaptarse a las variaciones horarias, lo que se traduce en molestias, sobre todo en niños y gente mayor", sostiene la entidad.