La cabalgata de las Magas de Enero recorrió ayer las calles del centro de València entre los aplausos de los centenares de personas que acudieron a presenciar el desfile y los intentos de boicot protagonizados por miembros de grupos de la extrema derecha, aunque no se producieron incidentes destacados.

La cabalgata, que se celebró por tercer año consecutivo organizada por la Societat Coral del Micalet con el objetivo de recuperar el espíritu de la Fiesta de la Infancia que tuvo lugar en esta ciudad cuando fue capital de la República en 1937, comenzó antes de las 12.00 horas desde El Parterre de la capital del Túria. Allí, miembros de la extrema derecha, convocados en los últimos días a través de mensajes por redes sociales, promovieron una pitada y profirieron gritos de «fuera» mientras blandían banderas de la Comunitat Valenciana y de España, bajo una fuerte presencia policial y mientras los asistentes aplaudían a la cabalgata y gritaban «vivan las Reinas Magas».

El desfile concluyó en la plaza del Ayuntamiento de València, donde las Magas, que representan la Igualdad, la Libertad y la Fraternidad, fueron recibidas por el alcalde de la ciudad, Joan Ribó. Durante la espera, se produjeron enfrentamientos verbales y se cruzaron insultos entre los asistentes y las personas que intentaron boicotear el acto.