Más de 1.800 millones de personas consumen agua contaminada por materia fecal, lo que las pone en riesgo de contraer cólera, disentería o tifus. El agua no potable, unas pobres infraestructuras sanitarias y la falta de higiene causan unas 842.000 muertes al año. Así lo asegura la ONU en un estudio presentado con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebró con el lema Por qué desperdiciar agua, con el fin de analizar cómo reutilizar hasta el 80% del agua que se malgasta en las casas, las ciudades, las industrias y la agricultura, y que fluye de vuelta a la naturaleza contaminando el medio ambiente y perdiendo nutrientes muy valiosos.

«En los países pobres, solo el 8% del total de esas aguas recibe algún tratamiento», añade el informe, que advierte de los crecientes perjuicios a la salud pública y el medio ambiente que esta situación provoca en países de África, Asia y América Latina.

CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO

Las situaciones más explosivas se viven en las grandes ciudades de los países del Tercer Mundo, que crecen desaforadamente en población y no son capaces de desarrollar unas condiciones mínimas de saneamiento. En estas circunstancias, toda el agua que consumen va a parar sin recibir tratamiento al medio ambiente, comprometiendo numerosos ecosistemas costeros, fluviales y marinos y disparando la transmisión de enfermedades contagiosas entre la gente.

«Debemos reducir los vertidos e incrementar el tratamiento de las aguas residuales para satisfacer las necesidades ocasionadas por el crecimiento demográfico y la fragilidad de los ecosistemas», señala el presidente de ONU-Agua, Guy Ryder. De aquí al 2030, esperan reducir a la mitad la cantidad de aguas residuales sin tratar en todo el mundo.

Uno de los colectivos más vulnerables es la infancia, pues la ONU alerta de que uno de cada cuatro niños vivirá en zonas con poca agua en el 2040. Casi 600 millones de niños residirá en zonas con recursos de agua «extremadamente limitados», según Unicef.

MÁS FACTORES

El texto advierte de que otros factores que afectan a la disponibilidad del agua problemas son el aumento de las temperaturas, el incremento del nivel del mar, la pérdida de hielo y las sequías. A día de hoy, 663 millones de personas carecen de acceso adecuado a fuentes de agua