El Gobierno aprobó ayer una nueva prorroga de cuatro años, hasta el próximo 2024, de la moratoria para realizar desahucios hipotecarios en las viviendas habituales de ciertos colectivos vulnerables. También amplió el grupo de potenciales beneficiarios a las familias monoparentales con un solo hijo, que se suman a otros hogares como los formados por familias numerosas, con hijos menores de edad, con mayores de 60 años, y con algún miembro con discapacidad, en situación de dependencia o víctima de la violencia de género.

El Ejecutivo, asimismo, estableció que el nivel de ingresos familiares máximo para acogerse a la medida se incrementará en función del número de descendientes y determinó que la moratoria será de aplicación sea el demandante o no un banco.

La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, estimó que, de no haber adoptado estas decisiones, se habrían visto perjudicadas directamente más de 29.000 familias, además de las que pudieran verse afectadas en el futuro. «Hasta el 2024, ninguna familia vulnerable será expulsada de su hogar», proclamó tras asegurar que, aunque la «recuperación empieza a notarse» en estas familias, todavía es necesario protegerlas.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy creó la moratoria en el año 2012 y posteriormente la fue ampliando y prorrogando en el 2013, el 2015 y el 2017. El actual plazo vencía el próximo 15 de mayo y por primera vez se ha extendido en cuatro años, como destacó la ministra Montero.