La diferencia de altura entre los ciudadanos de los países con un nivel de renta más alto y los que lo tienen más bajo ha aumentado en 1,5 centímetros en los últimos 30 años y el principal motivo es que la dieta en los primeros es mucho más rica en nitrógeno y fósforo, fundamentalmente por su mayor ingestión de productos de origen animal. Así lo ha confirmado un estudio liderado por investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF) que se ha publicado en la revista Scientific Reports. No hay, dicen los autores, ningún otro factor que pueda justificar este incremento.

Los investigadores han utilizado datos de 80 países procedentes de diversas fuentes, entre ellas la FAO y bases de datos universitarias, de varones adultos nacidos entre los años 60, 70 y 80.

La altura media de los hombres varía mucho entre países y ello está motivado por factores históricos de adaptación al clima o la altitud. Sin embargo, el estudio ha observado que la altura de las personas también está relacionada con el nivel de renta. De promedio, subraya el trabajo, hay una diferencia de 23 centímetros entre los países con gente más alta (Dinamarca y Países Bajos, con una media de 1,83 metros) y los países con gente más baja (Guatemala y Vietnam, con una media de 1,60). En el capítulo de los altos destacan también alemanes, suecos y canadienses.

Lo más llamativo, no obstante, es que en los últimos 30 años estas diferencias se han agrandado en 1,5 centímetros: mientras que los ricos son cada vez más altos, la altura de los más pobres no ha variado, según este estudio.