La brecha salarial entre las personas que tienen acreditada una discapacidad y aquellas que no se ha disparado en la última década. Concretamente, ha aumentado siete puntos en los últimos siete años, pasando del 10% en el 2010 al 17% del 2017, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). A tenor de las cifras, un trabajador con discapacidad cobró en España de media unos 1.409 euros brutos al mes (en 14 pagas).

En España viven actualmente 1,5 millones de personas con discapacidad acreditada que están en edad de trabajar (entre 16 y 64 años). De estos, solo uno de cada tres tiene un empleo, es decir, unas 481.000 personas.

DISPARIDAD CRECIENTE // Los datos revelan una disparidad creciente, continua y disparada entre estos dos colectivos. En el 2010, primeros registros disponibles del INE, una persona con discapacidad cobraba de media al año 20.553,3 euros brutos frente a los 22.842,6 que cobraba una persona sin discapacidad. Y la tendencia en los siete años siguientes ha sido de ir a menos para las personas con minusvalía y de crecimiento para el resto. En el 2017, los primeros cobraron 19.726 euros brutos al año: no solo habían perdido poder adquisitivo, sino que además cobraban menos. Por el otro lado, los trabajadores sin discapacidad cobraron unos 23.764 de media.

Igual que la brecha salarial entre hombres y mujeres perjudica a nivel global a las segundas, las trabajadoras de este colectivo no escapan a dicha lacra.