La última recomendación del Ministerio de Sanidad sobre el consumo de atún rojo, desaconsejado a los niños menores de 10 años por su alto contenido de mercurio, podría disuadir a muchos de consumir pescado, un alimento ya de por sí poco presente en la cesta de la compra en España. La advertencia, que ya existía para gestantes, pero que ahora eleva la edad de los 3 a los 10 años, se basa en nueva información científica, aunque, según temen médicos y nutricionistas, puede tener un efecto colateral indeseado. La dieta mediterránea, recuerdan, ha sido reconocida internacionalmente como una de las más saludables, pese a que los españoles han tendido, en los últimos años, a aumentar la ingesta de grasas, azúcares y proteínas animales. Sobre todo a través de la carne, en detrimento del aporte vegetal, tan esencial según los nutricionistas. La recomendación de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente de Sanidad, puede ser contraproducente.

El alto precio de algunos productos del mar, el miedo al parásito anisakis (presente en el pescado y en los cefalópodos), la dificultad del cocinado respecto a otros alimentos o las imágenes de los océanos llenos de plásticos o de miles de peces muertos tras muchas catástrofes ambientales, como ha sucedido recientemente en el Mar Menor, no animan a los ciudadanos a consumir pescado. Según el 'Informe del Consumo Alimentario en España 2018' del Ministerio de Agricultura, la ingesta per cápita de pescado se sitúa en 23,07 kilos por persona y año, una cantidad un 2,8% inferior en relación con el 2017. Por el contrario, el consumo de carne se sitúa en 46,19 kilos, justo el doble.

Por ello, médicos y nutricionistas aconsejan aumentar la ingesta de pescado a aquellas personas que coman menos de tres o cuatro raciones por semana. Es lo indicado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición, que en este aspecto no ha cambiado sus anteriores recomendaciones. Los 40.000 carteles que se van a distribuir en centros de salud señalan que consumir pescado es "seguro y saludable", pero avisan de que embarazadas y niños de hasta 10 años deben evitar pescados con alto contenido en mercurio como el atún rojo, el pez espada, el emperador o el tiburón (cazón, marrajo, mielgas, pintarroja y tintorera). Antes la recomendación solo era para gestantes y menores de tres años.

El motivo es que estos peces son depredadores y más longevos, por lo que las concentraciones de mercurio en su interior son más altas. Y este contaminante ambiental puede afectar al sistema nervioso central en desarrollo, tanto en fetos como en niños. El doctor Francisco Botella, responsable del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), avisa de que el mercurio afecta al "desarrollo cerebral" de fetos y niños, algo que influye en el sistema nervioso central y en el cociente intelectual. "Y esto tiene una repercusión en el PIB de un país", advierte.

FOMENTAR EL CONSUMO

Pero exceptuando estos peces y la población en riesgo, para el consumo de pescado, tanto blanco como azul, es saludable en el resto de la población. En este sentido, Botella destaca que el pescado sigue siendo una "excelente alternativa" a la carne, además de "mucho más sana" y de generar un menor "impacto medioambiental". "La carne menos grasa, más magra, sí que forma parte de una alimentación saludable", matiza Botella.

Por su parte, el doctor Joaquín San José, del grupo de nutrición de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC), señala que alertar a la población sobre los riesgos del mercurio "está bien" pero, según su opinión, Sanidad debería lanzar mensajes "más en positivo" para fomentar el consumo pescado, alimento rico en proteínas de alto valor biológico, yodo, selenio, calcio y vitaminas A y D, así como en ácidos grasos omega-3, asociados a la buena salud. San José recuerda, además, que los casos de intoxicación alimentaria con mercurio son muy pocos.

En la misma línea se pronuncia la presidenta del Colegio General de Nutricionistas y Dietistas, Alma Palau, quien avisa de que en ningún caso se puede comparar la recomendación sobre aminorar el consumo de carnes rojas y procesadas con la alerta sobre el mercurio en ciertos pescados, puesto que la ingesta de carnes en España es mucho más elevada que la de productos del mar. Está demostrado que la carne roja y procesada puede aumentar la aparición de ciertos cánceres y enfermedades cardiovasculares, por lo que Sanidad recomienda un consumo moderado de entre dos y tres veces por semana.

Por su parte, el nutricionista Aitor Sánchez señala que teniendo en cuenta la evidencia científica, la actualización de las recomendaciones y también el cuidado del medio ambiente, lo que está claro es que hay que "priorizar" la ingesta de proteínas (presentes en pescados y carne) a través de las legumbres, como ya ha recomendado la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).