Cuando Indonesia todavía trataba de digerir los numerosos destrozos y el número de fallecidos provocados por el seísmo del pasado domingo, un nuevo temblor sacudió el país. Este aún más virulento. Al menos 82 personas murieron ayer y decenas resultaron heridas en un terremoto de magnitud 7 que golpeó la isla turística de Lombok, causando daños materiales que se extendieron también a la vecina isla de Bali, en el centro del archipiélago de Indonesia.

El jefe regional de la Agencia de Gestión de Desastres, Mohammad Rum, explicó que algunas víctimas fallecieron en el acto debido, en algunos casos, a derrumbes en edificios, mientras que otras murieron en el hospital, según medios locales.

Las autoridades del país emitieron una alerta de tsunami y entró agua en tierra en tierra con alturas de 10 a 13 centímetros. «La altura máxima estimada es de medio metro», indicó en un comunicado el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho. Los servicios de emergencia instaron a las comunidades locales a que se alejaran de las playas en esta isla, situada en la región central del archipiélago.

A 10 KM DE PROFUNDIDAD // El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el hipocentro a 10 kilómetros de profundidad y 2,4 kilómetros al este de Loloan, una localidad en el norte de la isla. La isla de Lombok, dominada por el volcán Rinjani, se encuentra ubicada al este de Bali, principal destino turístico de Indonesia.

El terremoto se pudo sentir también durante varios segundos en Bali, donde la gente salió de las casas, hoteles y restaurantes y se lanzó a las calles, donde los servicios de emergencia intentaron llamar a la calma.

El nuevo terremoto tiene lugar una semana después de que otro sacudiera la isla, causando 16 víctimas mortales y atrapando a cientos de turistas en el volcán Rinjani, entre ellos varios españoles, que finalmente pudieron ser rescatados.

Uno de ellos era Daniel Civantos, que visitaba la isla Gili Air durante sus vacaciones, relataba que muchas estructuras sufrieron daños leves, aunque no se produjeron derrumbes.

CATÁSTROFE DEL 2004 // Cuando los primeros indicios de la jornada hacían declarar a las autoridades la alerta de tsunami --posteriormente cancelada--, a muchos vecinos ya les sobrevaloraba por la cabeza la catástrofe del año 2004, en el que un mortífero maremoto provocó al menos 280.000 muertos en una docena de países bañados por las aguas del océano Índico, la mayoría de ellos registrados en Indonesia.

Cabe recordar que el país insular está ubicado sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmico y volcánica sacudida por unos 7.000 temblores al año.