Con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebró ayer, los expertos urgen a tomar medidas frente a esta enfermedad: menús escolares equilibrados, educación alimentaria para padres e hijos, más horas de educación física en los colegios y oferta deportiva pública para combatir el sedentarismo.

Son ejemplos de actuaciones que deben acometerse desde las instituciones públicas, según señala el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) de Obesidad y Nutrición (CiberOBN), Carlos Diéguez, si tenemos en cuenta que el 25% de la población en España es obesa o tiene sobrepeso, y que el ritmo de crecimiento de la patología, responsable de más de 100.000 muertes al año.

Pero cuáles son las razones de este crecimiento excesivo. Según Diéguez, «hemos abandonado la dieta mediterránea, nos hemos ido a una dieta menos equilibrada, comemos mas alimentos procesados y menos verduras, y somos más sedentarios».

Los países mediterráneos como Grecia, Malta, Italia y España tienden a abandonar la dieta propia, de proximidad, de temporada y rica en nutrientes, y esto conlleva un crecimiento sensible, pero imparable de la obesidad desde 1990.

Los más pequeños optan por comidas rápidas y con un efecto saciante menor, y eso engorda porque, cuando empezamos a comer para que nuestro sistema de saciedad se entere que hemos comido, necesitamos que pasen unos 20 minutos.

Y cuando un joven come una hamburguesa se pueden tardar tres o cuatro minutos, con lo que al acabar querrá otra, porque no hay tiempo de que su cerebro se entere de que ha comido.