Metro de Madrid ha decidido abrir a toda su plantilla los análisis médicos que estaba realizando a los trabajadores supuestamente más expuestos al amianto. Los exámenes preventivos de cáncer de pulmón o enfermedades respiratorias que en un principio había preparado para 917 empleados considerados en riesgo podrán extenderse ahora a las 6.980 personas que tiene en nómina, ya sea trabajando en talleres o trenes o ya en oficinas y dependencias de estaciones.

En una nota interna emitida la noche de este martes por la División de Recursos Humanos, Metro de Madrid explica que toma la decisión "con objeto de dar respuesta a situaciones de inquietud y preocupación que pudieran suscitarse entre los trabajadores". La nota aclara que los exámenes médicos no serán obligatorios para el personal no incluido en lo que la empresa llama "procedimiento de vigilancia de la salud específica para el amianto".

CONTRATA EXTERNA

Dado el tamaño del muestreo médico, Metro de Madrid va a licitar una contrata para externalizar todos los análisis. Las pruebas consistirán en una única consulta médica con exploración física, espirometría y placas torácicas de rayos X. Los trabajadores que quieran asegurarse de que no están afectados por enfermedades derivadas de la exposición a fibras de amianto tendrán que rellenar una solicitud, que se atenderá dando preferencia a la antigüedad.

La exigencia de exámenes médicos a toda la plantilla es uno de los motivos de los paros parciales convocados por CCOO y el Sindicato Colectivo de Maquinistas del Metro de Madrid (SCMM), que aún tiene programadas dos jornadas más de huelga, el 8 y el 15 de junio. "Pedimos vigilancia médica continuada para todo el que lo desee y durante toda la vida laboral, y no una sola vez", explica Juan Antonio Martín, portavoz del SCMM.

Los dos sindicatos quieren que también se examine a los empleados jubilados, entre los que se han detectado varios casos de cáncer de pulmón cuya relación con el amianto aún no se ha confirmado.