Miguel Ángel Silvestre disfruta de la ‘libertad’ de la Fase 1 de la desescalada del confinamiento por la pandemia del coronavirus en Benicàssim.

El famoso actor castellonense ha escogido la localidad costera para sus primeras salidas tras dos meses confinado en casa con su madre y se le ha podido ver por lugares como la terraza del hotel Voramar, comprando en algún supermercado o paseando por el Torreón.

Simpático y amable, va saludando a todos sus fans y no duda en hacerse fotografías con quien se lo pide. Eso sí, guardando las distancias de seguridad y sin besos. «Sobre todo por mi madre lo hago, más que por mí», explica.

El intérprete prefiere no correr riesgos y evitar posibles contagios, ya que convive con su madre.

El protagonista de Velvet está aprovechando estos días para reencontrarse con sus «amigos de toda la vida». Con ellos, también ha realizado una excursión por el Desert de les Palmes, llegando hasta el mirador de les Agulles de Santa Àgueda, captando las impresionantes vistas desde lo alto del paraje, y promocionando Benicàssim una vez más.

Además, lo ha compartido en sus redes sociales, a través de su perfil de Instagram (con tres millones de seguidores), donde ha subido fotografías, acompañadas de este texto: «Descubriendo uno de los lugares más bonitos del mundo, Benicasim».

También ha publicado un vídeo grabado con dron. «No hay nada como hacer estas cosas con tus amigos de toda la vida. Todavía estoy de subidón!», declara a través de su perfil.

Miguel Ángel Silvestre saltó a la fama por su papel de El Duque en la serie de televisión Sin tetas no hay paraíso. Su popularidad siguió creciendo al protagonizar la serie de Antena 3 Velvet y gracias a la serie internacional de Netflix Sense8.

Y no para. Tras el éxito de la serie En el corredor de la muerte, ha participado en dos nuevas series de televisión: 30 monedas y Sky Rojo.