Un adolescente australiano de 16 años, Sam Kanizay, se ha llevado una desagradable 'sorpresa' cuando iba a bañarse el pasado sábado por la noche en la playa de Dendy Street, cerca de Melbourne (Australia). Media hora después de remojarse, salió del agua con las piernas ensangrentadas.

Los doctores no daban crédito delante de este suceso, teniendo en cuenta que el joven no se había golpeado ni había hecho nada para causar tal chorro de sangre. En el hospital, descartaron que la hemorragia pudiera ser provocada por medusas porque las heridas eran mucho más incisivas de las que acostumbran a hacer estos animales marinos.

El padre de Sam volvió a la playa con un trozo de carne cruda y recogió una muestra del agua con escalofriantes bichos gelatinosos que devoran la carne. A pesar de esta suposición, los científicos aún no confirman fehacientemente la causa de las heridas de las piernas del joven.

Los expertos han identificado a las criaturas capturadas por el padre de Sam como un tipo de crustáceo limpiador comúnmente conocido como 'pulgas de mar'. "No están para comernos, pero a veces pueden tomar un pequeño pedazo, como los mosquitos y las sanguijuelas", asegura Jeff Weir, miembro del Dolphin Research Institute.

La alarma que ha provocado esta noticia ha sido considerable, a pesar de que las autoridades recomiendan no tener miedo, pues es muy poco común que estos animales sean carnívoros.