Los Mossos investigan la muerte violenta de una niña de 13 años en Mataró. El cadáver de la menor fue hallado ayer domingo por la noche en el cuarto de su domicilio, ubicado en la calle de Borriac de Mataró. La casa estaba vacía. La madre, soltera, llevaba dos o tres días fuera y había dejado solos a sus dos hijos: la niña de 13 años que ha aparecido sin vida y un niño de 16 años, que se encuentra desaparecido, según fuentes policiales. Los Mossos le buscan.

Ayer domingo por la tarde contactó con dos amigos, residentes en Calella y de nacionalidad rusa como ella, porque llevaba unas 30 horas sin saber nada de sus hijos. Sobre las 22.00 horas, los dos hombres se presentaron en el bloque de Borriac, llamaron al timbre y, al ver que nadie abría, trataron de entrar en la casa llamando a un cerrajero. Los vecinos, que no sabían quiénes eran los dos hombres, se lo impidieron.

Uno de ellos, desde un balcón de un piso adyacente, saltó finalmente a la casa de Olga. Se coló en el domicilio y abrió la puerta desde dentro. Los vecinos descubrieron entonces el cadáver de la niña en el interior de su habitación.

VARIAS HORAS MUERTA

El cuerpo estaba tumbado junto a la cama, daba la impresión de llevar varias horas fallecido y tenía manchas de sangre. También había restos de sangre en las sábanas y en las paredes del cuarto. Todo estaba desordenado, removido.

Del hermano, sin embargo, no había ni rastro. Los vecinos llamaron a los Mossos y los agentes del Área de Investigación Criminal de la Region Policial Metropolitana Nortes se hicieron cargo de un caso bajo secreto de sumario.

Fuentes policiales subrayan que todas las hipótesis se mantienen abiertas a la espera de la autopsia que se practicará al cadáver de la menor. Ni siquiera está descartado oficialmente que se trate de un suicidio.

La familia se había instalado en el cuarto segundo de la calle Borriac hace más o menos un año.