El fotógrafo y reportero estadounidense David Douglas Duncan (DDD), amigo íntimo del pintor Pablo Picasso, murió este jueves a los 102 años en el hospital de Grasse, en la Costa Azul francesa, ha informado el Museo Picasso de Antibes.

DDD, nacido el 23 de enero en 1916 en Kansas City (EEUU), residía desde hacía décadas en Castellaras, en esa misma región francesa.

Fue un prestigioso reportero de la revista "Life" y cosechó numerosos elogios por parte de sus compañeros contemporáneos, como el también fotógrafo e hijo del pintor español Claude Picasso, quien lo definió como "un monumento"

Duncan sirvió como militar en el acorazado estadounidense USS Missouri durante la segunda guerra mundial, donde coincidió con el que más tarde sería presidente de Estados Unidos, Richard Nixon.

Más adelante, cubrió como periodista otros dos conflictos bélicos, las guerras de Vietnam y Corea.

De las numerosas obras que publicó, una de las más destacadas es el manifiesto titulado "¡Contra la guerra", un superventas en Estados Unidos.

Durante aquellos años en los que tuvo que cubrir los frentes del Pacífico Sur y que le valieron ser considerado como un pionero de la fotografía de guerra, consiguió que conocidas revistas, como "National Geographic", le compraran sus reportajes, lo que le supuso un aliciente para perseverar en el mundo de la fotografía.

En la bañera

El prestigioso fotógrafo Robert Capa, amigo de Duncan, fue el que le animó a conocer a Pablo Picasso, pues estaba seguro de que, como finalmente sucedió, los dos se convertirían en buenos amigos.

En 1956, aprovechando uno de sus numerosos viajes por Europa, se dirigió a la casa de Picasso en Cannes y DDD le entregó un anillo grabado con los nombres Picasso-Duncan como regalo.

El fotorreportero fue recibido por el artista cuando éste se bañaba y aprovechó para tomarle su célebre retrato en la bañera.

Posteriormente, se consolidó una amistad que duró hasta la muerte de Picasso, en 1973.

En 1971, DDD, que dedicó a Picasso ocho libros en los que se muestra al pintor trabajando, en familia o simplemente divirtiéndose, se convirtió en el primer fotógrafo en exponer en solitario en el Whitney Museum of American Art de Nueva York.

"Jamás me he arrepentido de nada. ¡Tuve tanta suerte!", llegó a decir en el Festival de fotoperiodismo de Perpiñán, el más prestigioso de su género.