Margarita Salas, bioquímica española discípula del nobel Severo Ochoa que introdujo la investigación en genética molecular en España en 1967, ha fallecido este jueves en Madrid a los 80 años.

Salas (Canero, Asturias, 1938), investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, descubrió la AND polimerasa del virus bacteriófago phi29, que tiene una aplicación crucial en biotecnología: permite amplificar el ADN de manera sencilla, rápida y fiable. Por ello se usa en medicina forense, oncología y arqueología, entre otras áreas. Esta tecnología ha sido además una de las patentes más rentables del CSIC y, el pasado mes de junio, le valió a la investigadora el Premio Inventor Europeo 2019 de la Oficina Europea de Patentes debido a su papel pionero en esta rama de la ciencia.

"Le pediría al Gobierno que crea que la ciencia es importante para el desarrollo del país", comentó Salas tras recibir aquel premio. También lamentó que con la actual financiación no sea posible que retornen los numerosos investigadores que se marcharon al extranjero por la crisis económica en España. "Si no aumenta la financiación no podemos traernos a nadie, desgraciadamente", resumió.