Katherine Johnson, la matemática que calculó las trayectorias que permitieron aterrizar a los tripulantes del Apolo XI después de que Neil Armstrong y Buzz Aldrin hubieran pisado la Luna, falleció en su casa a los 101 años.

Johnson, cuya historia recuerda la película Figuras Ocultas, junto a las de otras afroamericanas cuyo trabajo en la NASA fue obviado durante décadas, vivió sus últimos años entre reconocimientos mundiales, incluidos los de su organización y el Gobierno de Estados Unidos.

El director de la NASA, Jim Bridenstine, la despedía ayer con honores, en un comunicado en el que la honraba como «una líder de los días pioneros» y recordaba cómo «amplió las fronteras del espacio e hizo grandes avances que abrieron puertas para mujeres y personas de color en la universal búsqueda humana para explorar el espacio».