La onda expansiva fue tan brutal que en el taller de Joan, en La Canonja, llegó a combarse una gruesa barra de hierro con la que mantienen cerrada una puerta en desuso. «Ha temblado todo, de arriba abajo», relataba anoche el mecánico, aún sobrecogido por el impacto del estallido. A pocos kilómetros, en Torreforta, una persona murió aplastada por el techo de su vivienda, que se desprendió cuando una plancha metálica impulsada por esa misma sacudida golpeó el edificio. Al cierre de esta edición, la explosión que poco después de las 18.30 horas de ayer se produjo en las instalaciones de la empresa Industrias Químicas del Óxido de Etileno (IQOXE), en el complejo petroquímico de Tarragona, había causado al menos un muerto y ocho heridos (uno de ellos, crítico). Los equipos de emergencias buscaban también a una persona desaparecida, al parecer un trabajador de la compañía.

Tras unas primeras horas de angustia entre los vecinos, la dirección general de Protecció Civil de la Generalitat levantó, en torno a las 21.20 horas, el confinamiento a los residentes de La Canonja y de Vila-seca (durante los primeros minutos fueron siete las poblaciones afectadas) y restableció el tráfico de los trenes, cortado de forma preventiva. Y cuando, a las nueve y media, los trabajadores del turno de tarde de IQOXE pudieron salir de las instalaciones, inauguradas hace apenas seis meses, los bomberos concentraban sus esfuerzos en tratar de apagar las llamas en el tanque de óxido de etileno en el que se habían registrado los dos estallidos origen del incendio.

Los vecinos y comerciantes que vivieron de cerca la explosión describieron el «miedo terrorífico» que sintieron. «Hemos visto volar un proyectil hacia el edificio», explicó un testigo del derrumbe de un edificio de Torreforta por la onda expansiva.

VIENTOS HACIA EL MAR / La Generalitat descartó que la explosión hubiera causado una nube tóxica. Pero de haberla habido, indicaron rápidamente los meteorólogos, el viento la habría conducido en dirección al mar, con lo que el efecto sobre las zonas habitadas habría sido menor. No consta, pese a todo, que Protección Civil activara las sirenas de alerta, aunque sí informó a la población, a través de su cuenta de Twitter, radio y televisión, de que se confinara en sus casas.

Según las primeras informaciones, el estallido en la planta de IQOXE, dedicada a la fabricación de compuestos químicos, liberó al aire óxido de etileno, una sustancia utilizada en la industria para fabricar, entre otros, anticongelantes, poliéster, insecticidas y elementos para esterilizar. «El óxido de etileno es tóxico, pero dada las circunstancias es posible que la fuga de este compuesto no haya sido peligrosa», explicó ayer a este diario Vladimir Sánchez, químico, investigador, profesor y divulgador científico. «La explosión habrá hecho que el óxido de etileno entre en combustión. Es decir, que arda. Los vapores que se desprenden ya no son óxido de etileno, sino que son, vapor de agua. Esto es aplicable a todos los hidrocarburos», añadió el experto en la materia.

IRRITACIONES Y NÁUSEAS / La exposición prolongada a este gas puede causar síntomas leves como irritación de nariz, garganta y tracto respiratorio; jaquecas, náuseas, vómitos y somnolencia. Pero no sería este el caso de lo ocurrido en Tarragona, donde la explosión dio lugar a un incendio y, por lo tanto, todo apunta a que el óxido de etileno perdió enseguida su estado gaseoso. Así lo confirmaron los primeros testimonios del estallido que, en la mayoría de los casos, destacaron el susto. El servicio de emergencias tampoco habló de personas intoxicadas por el suceso.

«Es pronto para saber exactamente qué tipo de compuestos se han liberado en la fuga. Pero, en cualquier caso, todo lo que se sabe apunta a que se trata de gases inflamables. Por eso es posible que la explosión haya sido más aparatosa que otra cosa», subrayó anoche el químico. La liberación de gases inflamables explicaría por qué los bomberos tuvieron problemas para extinguir el incendio. Su labor se centró en rebajar la intensidad de las llamas que afectaban al depósito donde se encuentra la reserva del óxido de etileno.