Allan Williams, el primer representante de los Beatles, falleció este viernes a los 86, según informó el club de música de Liverpool que fundó, The Jacaranda, después de haber dejado pasar la oportunidad de hacerse inmensamente rico con la banda.

"Nuestro fundador y el hombre que descubrió a los Beatles ha fallecido. Se te echará de menos", tuiteó el club.

Williams trabajó con el famoso cuarteto de Liverpool de 1960 a 1961 y fue responsable de organizar conciertos en el Reino Unido y también en la ciudad alemana de Hamburgo: de hecho, condució personalmente la camioneta del grupo en esa gira. Nacido en la localidad de Bootle, al norte de Inglaterra, Williams abrió primero Jacaranda como una cafetería en 1957 y rápidamente se convirtió en un lugar de reunión habitual de jóvenes músicos, entre ellos Paul McCartney y John Lennon.

Paul McCartney, John Lennon y Stuart Sutcliffe eran frecuentes clientes del bar de Williams mientras estudiaban en dos centros cercanos al club, el Liverpool Art Colege y el Liverpool Institute. La primera vez que pidieron tocar, les encargó en cambio que pintasen las puertas del lavabo de señoras. Más tarde actuaron allí en alguna ocasión.

Williams tenía contactos habituales con el empresario de Hamburgo Bruno Koschmider, y cerró con él el acuerdo para que los Beatles tocaran en varios de sus clubs, primero el Indra y después el Kaiserkeller. En el año 1960, Williams rompió con la banda tras no recibir el 15% (9 libras según algunas fuentes) que en su opinión le correspondía por las actuaciones en el Top Ten Club, una sala rival de las regentadas por Koschmider a la que los Beatles decidieron pasarse. El mánager que lanzaría a los Beatles al estrellato, Brian Epstein, se hizo con la representación del grupo, firmando un contrato de cinco años en 1961. Antes de hacerlo, se puso en contacto con Williams para asegurarse de que no tuvieran aún ningún vinculo contractual con él: "Brian, en lo que a mi refiere, son todos tuyos. He acabado con ellos. Y que tengas buena suerte con los Beatles", explicaba en sus memorias que le respondió a Epstein, a quien vaticinó que lo dejarían tirado. Según testimonios de los Beatles, más allá de este desacuerdo, Williams no tenía mucha fe en el futuro de la banda, y por otra parte tampoco contaba con los contactos necesarios para lograrse un contrato discográfico.

Sin embargo, el experto en la historia de los Mark Lewisohn ha escrito en Twiiter: "Sin Allan Williams, no hubiese habido Hamburgo. Sin Hamburgo, no hubiese habido Beatles".

En 2010, Williams declaró a la publicación 'Liverpool Echo' que estaba feliz de haber estado al comienzo de la banda. "Siempre me he sentido orgulloso de los Beatles", comentó Williams, y agregó que los años sesenta fueron "grandes momentos", al tiempo que admitió que nadie imaginaba que el grupo haría tanta historia. Williams empezó a organizar las convenciones sobre los Beatles en Liverpool en 1970 y en 1975 publicó, con el apoyo de John Lennon, sus memorias, tituladas 'El hombre que renunció a los Beatles'.