La contaminación atmosférica causó la muerte prematura a 428.000 personas en 41 países de Europa en el 2014, un nivel ligeramente inferior al del año anterior, según un informe difundido ayer por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA).

Del total de fallecimientos, 399.000 se registraron en la Unión Europea, de acuerdo con el estudio La calidad del aire en Europa-Informe 2017 que incluye datos de más de 2.500 estaciones monitorizadas.

La contaminación atmosférica, el principal riesgo de salud medioambiental en Europa, reduce la esperanza de vida y contribuye a la aparición de enfermedades cardíacas, respiratorias y cáncer, además de tener un gran impacto económico, aumentar los costes médicos y dañar bosques, lagos, suelos y semillas.

El transporte rodado, la agricultura, las plantas energéticas, la industria y los hogares son los mayores emisores de contaminantes del aire, advierte el informe, que constata que las políticas impulsadas y el desarrollo tecnológico han contribuido a una mejora «lenta» de la calidad del aire.

En muertes por países, España ocupa la sexta posición, con 31.520 víctimas mortales, por detrás de Alemania (81.160), Italia (79.820), Reino Unido (52.240), Polonia (48.690) y Francia (45.840).