Al menos siete rinocerontes negros, en peligro de extinción, han muerto en Kenia bajo circunstancias pendientes de investigación, aunque se sospecha que podría haber ocurrido una negligencia durante su traslado. Los rinocerontes fallecidos formaban parte de un grupo de 14 de estos animales que iban a ser realojados en el Parque Nacional de Tsavo Oriental.

"Es una grandísima desgracia y estamos realizando una investigación para determinar las causas de su muerte", según el funcionario anónimo. De los 14 rinocerontes, ocho procedían del Parque Nacional de Nairobi, mientras que seis vivían en el Parque Nacional Lago Nakuru.

A finales del 2017, Kenia tenía una población de 1.258 rinocerontes; 745 rinocerontes negros, 510 rinocerontes blancos meridionales y 3 rinocerontes blancos del norte. Sin embargo, el único rinoceronte blanco macho falleció en marzo de 2018, por lo que solo quedan dos hembras de esta especie.

Su traslado es enormemente complicado. Primero, los guardias de los parques sedan a los animales con dardos tranquilizantes y después, con los rinocerontes ya dormidos, taladran su cuerno para insertarles un microchip. Es recomendable trasladarles despiertos para controlar mejor sus constantes vitales, en un estado muy delicado tras recuperar el conocimiento.