La joven feriante de 29 años a la que su novio trasladó el jueves ya muerta a un centro de salud de Bembibre (León) con una herida abierta en el pecho se suicidó con una pistola de pequeño calibre, según las primeras conclusiones de la investigación de la Guardia Civil. Así lo indicaron fuentes del caso, que descartan que se trate de un crimen machista. La mujer presentaba un orificio en el pecho, por lo que todo apunta a que la fallecida se disparó a sí misma a muy poca distancia del cuerpo.