Al cumplirse ahora 85 años de la elección de forma democrática en España de la primera alcaldesa, María Domínguez Remón, la radiografía del actual mapa político refleja que el papel que ocupan las mujeres en los gobiernos y parlamentos es claro: ellas moderan y ellos mandan.

El próximo 7 de septiembre se cumplirán 81 años del fusilamiento por parte de tropas franquistas de la primera alcaldesa elegida de forma democrática: María Domínguez Remón, que accedió al poder en 1932, durante la Segunda República, como máxima representante de la localidad zaragozana de Gallur.

El legislativo tiene en España nombre de mujer, empezando por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y las once presidentas de cámaras autonómicas, pero en el poder ejecutivo las cosas son bien distintas y los hombres siguen copando el liderazgo.

Hasta no hace mucho, los hombres también ocupaban la dirección de las cámaras legislativas, pero hoy por hoy las mujeres presiden once de los diecisiete parlamentos autonómicos.

Queda, no obstante, la asignatura pendiente de llegar a los gobiernos, ya que ahora solamente cuatro ejecutivos regionales los lideran mujeres, de la misma forma que sólo en 13 de las 52 capitales de provincia tiene la vara de mando una alcaldesa.

Lo mismo sucede, en parte, a nivel nacional: Mariano Rajoy lidera el Gobierno, mientras las cámaras legislativas las presiden Ana Pastor, presidenta del Congreso, y Pío García-Escudero, presidente del Senado.

Aragón, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja han dado el mando de sus asambleas a mujeres, mientras que en Andalucía, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Galicia el debate parlamentario lo moderan hombres.

El PSOE encabeza este listado, porque de las once mujeres presidentas del legislativo, cuatro son socialistas (Carolina Darias en Canarias, Dolores Gorostiaga en Cantabria, Blanca Martín Delgado en Extremadura y Rosa Peñalver Pérez en Murcia).

Otras tres son del PP (Silvia Clemente Municio en Castilla y León, Maria Paloma Adrados Gautier en Madrid, Ana Lourdes González García en La Rioja) y el resto de presidentas de parlamentos autonómicos son de Podemos (Violeta Barba en Aragón y Ainhoa Aznárez en Navarra), de JxSí (Carme Forcadell en Cataluña) y del PNV (Bakartxo Tejeria Otermin en el País Vasco).

Frente a esa abrumadora mayoría en legislativos, solamente hay cuatro ejecutivos regionales liderados por féminas: Susana Díaz (PSOE) en Andalucía, Cristina Cifuentes (PP) en la Comunidad de Madrid, Francina Armengol (PSOE) en Baleares y Uxue Barkos (Geroa Bai) en Navarra.

María Antonia Martínez García, del PSOE, fue la primera presidenta autonómica al gobernar la región de Murcia de forma interina en 1984 y, posteriormente, entre los años 1993 y 1995.

Las capitales de provincia, a su vez, cuentan en la actualidad con trece alcaldesas y 39 alcaldes, aunque cuando se celebraron los comicios, en 2015, el balance era distinto: nueve alcaldesas y 43 alcaldes.

Junto a Manuela Carmena (Madrid) y Ada Colau (Barcelona), la lista de regidoras con mando en plaza la completan Isabel Ambrosio (Córdoba), Pilar Zamora (Ciudad Real), Milagros Tolón (Toledo), Clara Luquero (Segovia), Amparo Marco (Castellón), Elena Nevado (Cáceres), Concepción Gamarra (Logroño), Emma Buj (Teruel), Gema Igual (Santander), Marta Madrenas (Girona) y Lara Méndez (Lugo).

Conocida como "Carmina", la socialista Carmen Belmonte Useros fue la primera alcaldesa de una capital de provincia, en este caso de Albacete, que gobernó entre los años 1991 y 1995.

Mirando el pasado y, a nivel nacional, sólo en una ocasión coincidieron dos mujeres al frente de las Cortes Generales: fue entre los años 2000 y 2002, cuando Luisa Fernanda Rudi presidió el Congreso y Esperanza Aguirre el Senado.

Aguirre ha sido, de hecho, la única mujer presidenta del Senado, mientras que al caso de Rudi se suma la actual presidencia de Ana Pastor en el Congreso de los Diputados.

Ninguna mujer ha tenido hasta ahora posibilidades reales de presidir el Gobierno nacional. La única que se presentó como cabeza de cartel por un partido de ámbito estatal -que a la postre obtuvo representación parlamentaria en dos legislaturas- fue Rosa Díez, que lideró las listas de UPyD en 2008 y 2011.

Tampoco los partidos tienen los deberes hechos en cuanto a liderazgo femenino, ya que, salvo la propia Rosa Díez, ninguna mujer ha dirigido nunca a alguna de las grandes fuerzas de ámbito nacional.