Un juzgado de Santander ha condenado a una cadena de electrodomésticos a pagar una indemnización de 22.000 euros por exponer al público para la venta un teléfono móvil con multitud de fotos personales de su usuaria anterior, entre ellas algunas de sus hermanos menores de edad.

Según recoge el Juzgado de Santander, la propietaria compró el teléfono al comercio, pero unos días después tuvo que devolverlo porque no funcionaba. El aparato ni se encendía y la mujer no pudo eliminar los datos y fotografías que había introducido.

En febrero del 2015, una amiga avisó a la demandante de que estaba viendo en la tienda un móvil que tenía fotos suyas y de sus familiares. La titular de las imágenes presentó una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos. El juzgado considera que la exposición del terminal devuelto «supone una grave intromisión en su honor».