Más de 300.000 personas participaron ayer en la peregrinación al monasterio de la Santa Faz de Alicante, en una romería que se repite desde hace 530 años y que en esta ocasión ha estado marcada por el tiempo casi veraniego y la presencia de políticos, entre dos citas electorales.

Los presidentes de la Generalitat, el socialista Ximo Puig; Les Corts Valencianes, Enric Morera, de Compromís; la Diputación Provincial, el popular César Sánchez, así como la líder del PPCV, Isabel Bonig, y el diputado Joan Baldoví, fueron algunos de los que recorrieron los ocho kilómetros de esta peregrinación, la segunda más concurrida de España tras el Rocío, que este año ha coincidido entre los comicios autonómicos valencianos (28 de abril) y municipales (26 de mayo).

Con la alicantina concatedral de San Nicolás de Bari como punto de partida, el trayecto culminó en el monasterio de la Santa Faz, donde se venera uno de los pliegues que usó la Verónica para secar el rostro de Jesucristo en su camino al monte Calvario, una reliquia custodiada en el viejo caserón por las monjas Clarisas.

La caminata arrancó a las 8.12 horas en una comitiva presidida por el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, acompañado por el alcalde alicantino, el popular Luis Barcala.

La peregrinación tiene su origen en el 17 de marzo de 1489 y conmemora el milagro de la lágrima que ocurrió ese día durante una procesión de rogativas con el lienzo como protagonista y con motivo de una fuerte sequía que azotaba a Alicante.