La Estación Espacial Internacional (ISS), uno de los grandes proyectos de ingeniería del último siglo, abrirá en el 2020 sus puertas al turismo espacial. La NASA planea ofrecer ese exótico --y hasta ahora irrealizable para la gente normal-- destino de vacaciones para misiones privadas de hasta 30 días y argumenta que este nuevo enfoque permitirá explorar nuevas oportunidades para «fabricar, comercializar y promover productos y servicios comerciales».

«Este planteamiento tiene como objetivo ampliar el alcance de la actividad comercial en la estación espacial más allá del mandato del Laboratorio Nacional de la ISS, que se limita a la investigación y el desarrollo», destacaron desde la agencia espacial estadounidense a través de un comunicado de prensa. A partir de ahora, con la recién anunciada directiva se abrirán las puertas de la estación tanto a astronautas como a ciudadanos, empresas, investigadores y colaboradores internacionales para realizar actividades turísticas o comerciales.

CREADA EN 1998 // Las instalaciones de la Estación Espacial Internacional fueron inauguradas en el año 1998 en colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Federal Rusa (FKA). Actualmente, el proyecto también suma las fuerzas de la Agencia Japonesa de Exploración Espacial (JAXA), la Agencia Espacial Canadiense (CSA) y la Agencia Espacial Europea (ESA). Ahora, más allá de las agencias gubernamentales, las instalaciones también quedarán abiertas a todo tipo de público.

Poco a poco se irán conociendo más detalles sobre este nuevo proyecto. Por ahora, Robyn Gatens, director adjunto de la estación, explicó que tan solo se autorizarán misiones cortas, de un máximo de 30 días por año. A ellas podrán apuntarse hasta una docena de tripulantes privados, que deberán pagar la friolera de 31.000 euros por cada noche que pasen allí. En ese precio se incluirán la comida y el alojamiento.

A ese guarismo hay que sumarle el transporte hasta la ISS, que correrá aparte y el coste de un asiento podría alcanzar hasta los 51 millones, la misma tarifa que actualmente cobran las compañías para transportar astronautas de la NASA. El viaje hacia este nuevo destino turístico espacial se llevará a cabo mediante los vehículos CreW Dragon, creado por la célebre empresa Space X, y Starliner, de Boeing.

Aunque el coste de la aventura espacial puede parecer desorbitado, estos precios, según argumenta la agencia espacial estadounidense, no reflejan el coste real de la misión, sino que están diseñados para fomentar la aparición de un nuevo mercado. Por eso mismo, la NASA recuerda que conforme vayan apareciendo nuevas oportunidades, la agencia reevaluará el precio y la cantidad de recursos disponibles aproximadamente cada seis meses y hará los ajustes necesarios.

50 EMPRESAS // Actualmente, ya hay más de 50 compañías que están desarrollando actividades comerciales y de investigación en órbita baja para tratar de crear mercado. Paralelamente, la organización estadounidense ya ha trabajado con 11 empresas para construir un entorno adaptado a este tipo de aplicaciones.