Los niños y sus juegos casi siempre dan para escribir increíbles historias. En este caso, un niño chino, de Tongren (China), al este de la provincia de Guizhou ha sido noticia por un curioso incedente del cual salió ileso.

Cuando paseaba con su madre por la zona comercial, entraron en un salón de belleza. Lugar en el que el pequeño no dudó en probar lo cómodo que son los asientos típicos de estos salones, confortables sillones con un agujero para reposar la cabeza mientras te hacen algún tratamiento de belleza.

Tan cómodo le pareció al niño que acabo encajado mientras jugaba. Durante varias horas su madre, dependientas y transeúntes que pasaban por allí mantuvieron la calma intentando sacar al pequeño. Fue necesario la aparición de los bomberos, que tras varios intentos de sacar la cabeza del niño por donde había entrado decidieron cortar el mueble para rescatarlo. Tras varios minutos de angustia, el niño salió sin ningún rasguño bajo la atenta mirada de todos los que se habían congregado allí.