El Gobierno quiere dejar atrás la polémica sobre las condiciones para los paseos de los niños, que convirtió una buena noticia en un lío político con el que la Moncloa logró tener a casi todo el mundo en contra: la oposición, varios de los ministros y las organizaciones dedicadas a la infancia. Después de la rectificación del pasado martes, en la que pasó de autorizar las salidas de los menores de 14 años solo para comprar con sus padres a permitir los paseos, el Ejecutivo ha detallado hoy la fórmula para realizar estas actividades, que al final ha sido más permisiva de lo que se esperaba: los niños podrán llevar sus juguetes, como patinetes y pelotas, fuera de casa.

En un gesto destinado a trasladar imagen de unidad dentro de la Moncloa, los encargados de dar explicaciones este jueves han sido el ministro de Sanidad, el socialista Salvador Illa, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, que ha pedido "disculpas" a la infancia por los "errores" cometidos.

Desde este domingo, los menores de 14 años, ya que los que superan esa franja de edad pueden salir solos a realizar las actividades permitidas por el decreto de alarma, podrán dejar sus casas, entre las 9 y las 21 horas, para dar un paseo por la calle. Uno solo y de una hora al día. Deberán estar acompañados en todo momento de un adulto que conviva con ellos, que tendrá prohibido estar acompañado por otra persona mayor de edad y podrá llevar hasta tres niños a la vez. Correr, saltar y hacer ejercicio estará permitido. También el uso de juguetes, pero no podrán estar en contacto con menores de otras familias ni disfrutar de los parques infantiles, debido al riesgo de contagio.

En el entorno rural, sí se podrá pasear por el campo o el bosque. Y en cuanto a los jardines privados, dentro de urbanizaciones, será cada comunidad de vecinos la que establezca si se pueden usar y cómo. En todo caso, los niños con fiebre o que presenten síntomas de coronavirus, deberán permanecer en casa.

Equilibrio entre salud y bienestar emocional

"Hemos escuchado la opinión de pediatras, sociólogos, epidemiólogos (…). Vamos a actuar con la máxima cautela y prudencia", ha dicho Illa. "Hemos buscado un equilibrio entre los criterios sanitarios y el bienestar físico y emocional de los niños. En una situación como esta, en la que estamos comunicando todos los días, se han cometido errores y se seguirán cometiendo", ha admitido Iglesias, en referencia a la rectificación del pasado martes.

Primero, tras el Consejo de Ministros, la portavoz, María Jesús Montero, anunció que los menores solo podrían dejar sus domicilios a partir del lunes de la semana que viene para acompañar a sus progenitores o cuidadores a realizar la compra, pese al riesgo que eso implicaba, ya que los supermercados (cerrados y repletos de personas y objetos) son lugares donde el contagio es más probable que los espacios abiertos. Tras las críticas de toda la oposición, a la izquierda y la derecha del Ejecutivo, de parte de los propios ministros (sobre todo los de Podemos, pero no solo) y también de las organizaciones dedicadas a la infancia, Illa compareció cinco horas después para rectificar. Los niños podrían dar "paseos" desde el domingo, explicó sin dar más detalles, remitiéndose a que las concreciones se comunicarían a lo largo de los días siguientes.

Se volvía así al enfoque que el Gobierno había pensando aplicar en un primer momento. El pasado sábado, de hecho, la dirección general de Infancia, que depende de Iglesias, había hecho una propuesta en este sentido: dejar pasear a los niños durante un tiempo tasado, cerca de sus casas, sin ir a parques y manteniendo la distancia. El Ejecutivo, más allá de admitir que se equivocó y que en todo caso dejó claro desde el primer momento que Sanidad podía ampliar o restringir las condiciones de las salidas de los menores, no ha explicado desde entonces por qué cambió de fórmula.

Mensaje a los más pequeños

Lo primero que ha hecho Iglesias ha sido dirigirse directamente a los más pequeños. "Querría pediros disculpas. No hemos sido todo lo claros a la hora de explicar cómo vais a salir a partir del domingo. Sé que este confinamiento no ha sido nada fácil para vosotros. Habéis dejado el colegio, a vuestros amigos, tenéis que quedaros en casa. Y quiero daros las gracias. Quiero que entendáis que a veces cuando se toman decisiones difíciles podemos hacer mal las cosas y por eso queremos pediros perdón. A lo mejor no hemos hablado lo suficiente del papel de los niños. Creo que este domingo el aplauso de la sociedad os lo merecéis vosotros", ha dicho el vicepresidente segundo.

Desde el pasado 14 de marzo, día en el que se decretó el estado de alarma frente al coronavirus, más de seis millones de menores de 14 años permanecen encerrados en sus casas. España ha sido, con diferencia, el país más estricto a la hora de aplicar medidas para la infancia. Básicamente, no había aplicado ninguna.

El Gobierno, hasta ahora, apenas se había referido a los niños. El real decreto que reguló el estado de alarma ni siquiera los citaba en su primera versión, modificada tres días más tarde. Cuando le preguntaban los motivos de estas medidas tan duras con la infancia, Illa solía dar largas, refiriéndose a los menores como "vectores de transmisión de la enfermedad".

Pero la presión para relajar las restricciones ha ido aumentando a lo largo de las últimas semanas, hasta que el pasado sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció que los menores de 12 años podrían salir de casa de forma "limitada". "Somos muy conscientes de la realidad que viven los niños", dijo el jefe del Ejecutivo, que no dio detalles sobre cómo serían estas salidas. "Se trata de un pequeño alivio", añadió. Tres días después, llegó la confusión sobre los términos de la salida de los menores.