No solo España se achicharra. Una intensa ola de calor recorre toda Europa, con temperaturas cercanas a los 46°C en Portugal, mientras que en Holanda, el asfalto se derrite o en Austria, los perros de la policía usan zapatillas para protegerse.

Así, en Lisboa, se han cerrado los parques infantiles y el público ha sido invitado a limitar sus actividades al aire libre. El Ayuntamiento ha habilitado espacios para que la gente sin hogar se pueda refugiar del calor, aunque ha sido en la ciudad cercana de Setúbal donde se ha alcanzado el pico máximo de 46 grados.

En Viena, paralelamente, los perros policía encargados de patrullar durante un torneo de voley playa han sido equipados con zapatillas especiales para preservar sus almohadillas.

Cuatro reactores nucleares franceses se han cerrado después de la ola de calor. Según la compañía de electricidad EDF (Électricité de France), con esta medida se pretende evitar un aumento excesivo de la temperatura del agua de los ríos, que las centrales eléctricas recolectan y luego devuelven para enfriar los reactores.

Las elevadas temperaturas han provocado también que las autoridades holandesas hayan clausurado algunas secciones de autopistas porque el asfalto comenzó a derretirse bajo el sol abrasador. En el centro del país, en la ciudad de Zwolle, se han llegado a talar las ramas de más de un centenar de álamos por prevención.