Casi dos décadas después de que las investigaciones del Boston Globe pusieran en marcha la primera gran oleada de demandas contra la Iglesia católica por los crímenes de pederastia cometidos por clérigos en EEUU, sus víctimas tendrán una nueva oportunidad para reclamar compensaciones económicas. Las reformas legales acometidas por una quincena de estados para extender o anular la prescripción de los delitos por abuso sexual a menores han reabierto las puertas de los juzgados para las víctimas.

La avalancha de demandas civiles ha empezado y se espera que el monto de las compensaciones supere los más de 4.000 millones de dólares pagados por la Iglesia en EE UU desde que los primeros escándalos afloraran.

oportunidad // «Ya era hora de que los legisladores dieran a los supervivientes la oportunidad de acudir a los tribunales», asegura el abogado Gerald Williams, socio del despacho Williams Cedar, miembro de un consorcio que representa a 400 víctimas. «Los antiguos estatutos no eran justos porque los niños que sufren abusos sexuales tienden a reprimirlos y generalmente son incapaces de hablar de ellos durante décadas». Muchas de las tropelías destapadas hasta ahora se cometieron durante la segunda mitad del siglo pasado. Con la ley en la mano, eran delitos prescritos, pero el constante goteo de escándalos contra menores ha propulsado la reforma de los estatutos que rigen este crimen.

Pensilvania encendió la llama, después de que un jurado determinara el año pasado que 300 curas abusaron de más un millar de niños durante siete décadas mientras sus obispos encubrían los crímenes. Pero no fue el único caso que perturbó la conciencia del país. Los abusos del médico Larry Nassar contra las atletas del equipo olímpico de gimnasia o los crímenes en varios colegios privados por profesores y empleados pusieron las reformas en marcha. Nueva York abrió en verano una ventana de un año para denunciar delitos prescritos; Nueva Jersey lo ha hecho esta semana y, en breve, California abrirá un plazo de tres años para aceptar viejas denuncias.

cálculos // Solo en esos tres estados, de los 15 que han modificado sus estatutos, se esperan unas 5.000 demandas contra la Iglesia, que podrían traducirse en unas indemnizaciones que oscilarían entre los 1.600 millones y los 6.000 millones de dólares, según cálculos de AP. «Lo primero que quieren las víctimas es dar a conocer los abusos que sufrieron, quién los cometió y quién se encargó de encubrirlos para que no se repitan en el futuro», dice Williams. «Pero también buscan aliviar el peso de tantos años de silencio y una compensación por los daños sufridos». Cada víctima que ha podido denunciar y demostrar los abusos ha recibido una media de 350.000 dólares. En los últimos años, la Iglesia ha tratado de bloquear reformas. Solo en el noreste del país, se ha gastado más de 10 millones de dólares en lobis.