El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han acordado modificar la pauta de vacunación frente a la meningitis para cubrir a los adolescentes de más variantes de esta enfermedad, pero sin incluir en la financiación pública la vacuna contra el meningococo B para bebés, conocida como Bexsero, como reclamaban algunas comunidades autónomas y recomienda la Asociación Española de Pediatría.

El acuerdo alcanzado en la reunión de la Comisión de Salud Pública celebrada el pasado jueves, contempla que la vacuna pase a ser tetravalente y proteja a los adolescentes de 12 años no solo del tipo (serogrupo) C, como ocurre en la actualidad, sino además de los A, W e Y.

La comisión valoró la propuesta de recomendaciones de vacunación frente a la enfermedad meningocócica invasiva, realizada por Comité Técnico Asesor de Vacunaciones, que advertía de un aumento de casos de enfermedad meningocócica invasiva en las últimas temporadas epidemiológicas, fundamentalmente debidos a los serogrupos W, Y y C.

FALTA DE DATOS // No obstante, no consideró oportuno incluir en la financiación pública la vacunación frente al meningococo B (Bexsero) en la infancia porque según la información disponible «muestra una corta duración de la protección tras la vacunación, ausencia de protección en la población no vacunada, falta de datos de efectividad y alta reactogenicidad cuando se administra junto a las vacunas del calendario en la etapa infantil».

Con la nueva pauta, se sustituirá la vacunación actual a los 12 años de meningococo C por la vacuna tetravalente frente al meningococo por serogrupos A, C, W e Y. La sustitución se llevará a cabo de forma gradual y deberá estar implementada en todo el territorio a lo largo del 2020. Con la finalidad de establecer una protección más global, además de vacunar a los 12 años con la tetravalente, se realizará una vacunación de rescate en personas de 13 a 18 años durante un periodo de dos o tres años.

Sanidad publicó ayer en su web un documento con el que intenta aclarar dudas sobre la vacunación frente a esta enfermedad, que consiste en una inflamación de las membranas (meninges) que recubren el cerebro y la médula espinal, y se manifiesta con fiebre, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, rigidez de nuca y disminución de la conciencia. La enfermedad puede aparecer de forma esporádica o en brotes cada cierto tiempo y se observa una ligera tendencia ascendente de los casos desde el 2014, aunque la incidencia sigue siendo baja. Este aumento se ha observado fundamentalmente en la enfermedad causada por los tipos C, W e Y.