Para Nueva York, el cambio horario, que en Estados Unidos llega este año el 6 de noviembre, tiene una consecuencia concreta: se incrementan las muertes de peatones, los atropellos graves y los accidentes. Así lo ha determinado el Departamento de Transporte de la ciudad basándose en el análisis de los datos recogidos entre el 2010 y el 2014 y la constatación ha llevado al ayuntamiento a poner en marcha una iniciativa para tratar de incrementar la atención de transeúntes y, sobre todo, de conductores. Aunque ya se habían realizado ajustes en políticas de tráfico en épocas como el inicio de la temporada escolar o las vacaciones de invierno, es la primera vez que Nueva York hace esos ajustes por el cambio horario estacional.

Dentro de su plan Visión Cero, que aspira a eliminar las muertes de tráfico en la urbe para el 2024, el consistorio anunció este jueves la inversión de un millón y medio de dólares (1,37 millones de euros) en una campaña de seguridad bautizada como"atardecer y oscuridad". El dinero se invertirá en anuncios de radio y televisión que se emitirán en la hora punta (que con el ajuste horario coincide con el atardecer) y la colocación de carteles en autobuses y en las calles.

Además, la policía incrementará su presencia en algunos de los cruces más problemáticos de la ciudad, donde los agentes repartirán panfletos informativos a los conductores pero también intensificarán las multas a quienes se excedan en la velocidad, no cedan el paso, bloqueen el carril bici o envíen mensajes de texto con sus teléfonos mientras vayan al volante.

LOS ANCIANOS, PRINCIPALES VÍCTIMAS

Asimismo, habrá una campaña de concienciación con conductores de taxis y en residencias de ancianos, porque son los más afectados por los atropellos. Aunque representan apenas el 13% de la población de Nueva York, los más mayores son el 38% de los muertos en accidentes peatonales fatales.

El alcalde, Bill de Blasio, ha asegurado que hay “pruebas claras” de que “en esta época del año, conforme oscurece antes durante la hora punta, hay un incremento real de accidentes, heridas de peatones y muertes”. Y esas pruebas se encuentran en los datos del Departamento de Transporte, que identifica como “periodos más calientes” el momento justo después de la puesta de sol y el principio de la noche en otoño e invierno. Así como en una semana de agosto los peatones muertos o gravemente heridos entre las seis y las siete en un día laboral son de media 0,84, en una de noviembre pueden llegar a los 2,44. Y en el 2015 el 40% de las fatalidades se produjeron después del 1 de octubre.

CRÍTICAS

De Blasio se ha mostrado convencido de que “literalmente se salvarán vidas” con la campaña pero esta no llega sin críticas de activistas que reclaman cambios más radicales para aumentar la seguridad vial. “En vez de culpar al clima o a las estaciones el alcalde debe adoptar más responsabilidad en arreglar cientos de calles e intersecciones que su propio Departamento de Transporte considera peligrosas por su diseño”, ha denunciado, por ejemplo, Paul White, director de un grupo llamado Alternativas de Transporte. “La oscuridad, el atardecer, la niebla, la lluvia, el hielo... Todos son factores, pero los datos que maneja la propia ciudad muestran claramente que el mal diseño de las calles es un factor más importante y coincide que es el que pueden controlar”. De Blasio recientemente denegó una petición del Consejo Municipal para elevar en el presupuesto la partida de Transporte para financiar mejoras.