El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, no aprecia la resistencia al levantamiento del secreto pontificio en los casos de pederastia que han denunciado algunas víctimas de abusos. «No se, tendría que pensar en cada episcopado, pero creo que globalmente no» existe esa resistencia, manifestó. Al contrario, el portavoz de los obispos cree que la decisión ha sido «acertada» y que «tanto las víctimas como los acusados precisaban, a veces, un conocimiento que por estar sometido al secreto, no se tenía», dijo.

También apuntó que los obispos inmersos en algún tipo de proceso deseaban que se eliminara el secreto porque éste les dificultaba acatar las órdenes judiciales. «Si los jueces españoles nos piden a los tribunales eclesiásticos correspondientes una información, ahora el secreto pontificio no será una dificultad para ofrecer esa comunicación».

Tanto el portavoz episcopal como el Arzobispado de Barcelona quisieron destacar también que el fin del secreto pontificio no comporta el del secreto judicial. Más claro no lo pudo decir Argüello. «Las comunicaciones se harán en función de la propia legislación y respetando los derechos de todas las partes del proceso. Que se abola el secreto pontificio no quiere decir que los procedimientos pasen a ser de una publicidad periodística», subrayó el portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal.