La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha apoyado al obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plá, y los cursos de «sanación espiritual» dirigidos a gais que se celebran en su diócesis, porque buscan «acompañar a las personas que lo deseen desde el discernimiento espiritual».

Lo dijo ayer el secretario general de la CEE, Luis Argüello, en la rueda de prensa tras la asamblea plenaria, al ser preguntado por los supuestos cursos para curar la homosexualidad impartidos por el Obispado de Alcalá de Henares. Los obispos expresaron su «apoyo y afecto» a Reig Plá y a los colaboradores del centro de orientación familiar (COF) Regina Familiae de su diócesis, y tacharon de «ejercicio de manipulación de la verdad y desinformación intencionada» las noticias de esta semana

Argüello insistió en defender la libertad de conciencia de los individuos para buscar «ayuda y acompañamiento» en instituciones que les merezcan confianza como puede ser la Iglesia «si creen que tienen un cuerpo de varón o mujer y una orientación que, en principio, no les parece de acuerdo a ese cuerpo y lo viven con preocupación y malestar». No obstante, Argüello dijo que estos días le han preguntado si cree que la homosexualidad se cura y su respuesta ha sido «no».

escándalos // Es un nuevo capítulo de una trayectoria, la de Reig Pla, llena de escándalos. Su primera diócesis fue precisamente la de Segorbe-Castellón y la dejó en bancarrota. En el 2003 se cerraron las cuentas de la diócesis con unas pérdidas de seis millones de euros, gran parte de ellos por invertir en valores que se desplomaron en bolsa; y en el 2004 estas alcanzaron los tres millones, lo que provocó que la deuda fuera de más de 10 millones.

Esta situación hizo incluso que los curas de la diócesis vieran reducido su salario a la mitad, conminándoles el obispo a completar sus ganancias con lo que sacaran del cepillo en las misas.

Y eso por no hablar de sus declaraciones, en las que disparó contra todos. Respecto a la homosexualidad, indicó que era una tendencia «desordenada y contraria a la ley natural» por la que los gais deben «pedir perdón». El uso de preservativos, a su juicio, causa el «deterioro moral» de la sociedad; y cree que la violencia machista aparece más con la perdida del matrimonio tradicional. En 2011, cuando ya no estaba en Castellón, tuvo que pedir disculpas a sus fieles por oficiar una misa con una bandera preconstitucional situada en el altar.

Por otro lado, Argüello mostró su rechazo a la «irrupción de un grupo de personas vociferantes en un templo --en Alcalá de Henares-- donde se estaba celebrando la liturgia de la Iglesia» y cree que ello «provoca el odio que se dice querer evitar o denunciar».