Nueva emergencia humanitaria en el Mediterráneo central, frente a las costas de Malta e Italia. El barco 'Ocean Viking', de las oenegés SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras (MSF) ha pedido este viernes a ambos países un puerto seguro para desembarcar a las 218 personas que lleva a bordo después de cuatro operaciones de rescate.

Libia les ha ofrecido el puerto de Khoms, pero ambas oenegés han rechazado la proposición al considerar que no es un destino seguro para los migrantes, pues allí son detenidos, torturados e incluso víctimas de esclavitud. Según MSF, en la última semana, las autoridades libias han retornado a la fuerza a más de 495 migrantes a sus respectivos países de origen.

El 'Ocean Viking' realizó la pasada noche la última operación de rescate, en la que salvó a 36 personas, que se sumaron a los 182 que ya se encontraban a bordo.

"Acabamos de rescatar a 36 personas que estaban en dificultades en una barca de madera en aguas internacionales. Esta operación ha estado coordinada con las autoridades marítimas maltesas", escribió anoche SOS Mediterranée en su cuenta de Twitter.

El miércoles, el barco humanitario rescató a otros 73 migrantes que iban a bordo de una barcaza que superaba el límite de su capacidad a unas 29 millas náuticas de la costa de Libia. Para evitar el peligro de volcado, las oenegés utilizaron una balsa en la que transbordaron a los rescatados hasta el 'Ocean Viking'.

Antes de eso, otros 109 migrantes habían sido rescatados en otras dos operaciones mientras el barco espera que algún país europeo le autorice un puerto en el que atracar.

Viraje de Italia

Mientras se producen estos rescates por parte de buques de oenegés, continúan llegando por su cuenta migrantes a la isla italiana de Lampedusa (sur) tras el viraje en la política de puertos cerrados de Italia impuesta por el ya exministro Matteo Salvini. La noche del jueves, una barcaza con 27 personas (15 hombres, 4 mujeres y 8 niños) arribó a la pequeña isla italiana. Hace dos días otras barcaza con 108 migrantes también consiguió llegar. En las últimas dos semanas, Lampedusa ha recibido más de 600 migrantes y el centro de primera acogida está desbordado.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha pedido en Bruselas que los países europeos promuevan un mecanismo automático de redistribución de los migrantes que navegan por el Mediterráneo hacia Europa.

El próximo lunes 23 se reunirán en la capital maltesa, La Valeta, los ministros del Interior de Italia, Malta, Francia y Alemania para acordar este sistema, por el que Italia se quedaría con el 10% de los migrantes que desembarquen en sus costas. Sin embargo, España rechaza este mecanismo porque considera que solo afectará a los migrantes rescatados en el Mediterráneo central por barcos de oenegés.

"La política migratoria debe ser común porque los propios tratados de la UE así lo disponen. No podemos parcelar el Mediterráneo, ni quién rescata a los migrantes", señaló este jueves el ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, tras reunirse en Roma con su homóloga italiana, Luciana Lamorgese. Marlaska abogó por que el futuro sistema "englobe" los rescates en todo el Mediterráneo y "todo tipo de barcos", como los militares y los de salvamento.