Tras reconocer Nuria Roca y su marido Juan del Val en El Hormiguero, que mantiene una relación abierta, descubrimos cómo es la nueva poligamia del siglo XXI y en qué consisten sus reglas.

Su emblema es un corazón con un símbolo de infinito en su interior. Porque el amor, explican, ni se agota ni tiene fronteras. De esa convicción surge el poliamor, una filosofía que se rebela contra la "monogamia impuesta" y que propone amar a varias personas a la vez de forma consciente y ética.

Por si esto no te resulta del todo interesante, dos datos más: su nombre fue una de las palabras más escuchadas en 2015 y algunas de sus precursoras son femeninas.

¿Seguimos? Así es el poliamor, en ocho puntos:

  1. El sexo es placer, y el placer es bueno. Es el sencillo punto de partida. El poliamor reivindica el sexo en una sociedad cuyas convenciones, opina, impiden disfrutarlo de forma libre y plena. "Nuestra cultura monógama asume que el propósito de toda relación y encuentro sexual es una relación a largo plazo. Pero una relación de una noche puede ser intensa y valiosa porque proporciona placer a las personas", sostienen sus gurús.
  2. Contra los 'recortes' de amor. Según sus partidarios, desde pequeños nos enseñan que si amamos profundamente a una pareja, no sentiremos el impulso ni la necesidad de querer a otra. Los 'poliamorosos' lo niegan y aseguran que no es necesario retirar el amor a un persona para dárselo a otra, ya que "no tenemos una cantidad limitada de amor". Frente a esa 'economía de la escasez amorosa' (que nos vuelve posesivos, afirman), ellos prefieran 'la abundancia de amor'.
  3. 'Ética' y 'consenso', en mayúsculas. Las palabras 'ética', 'mutuo acuerdo', 'sinceridad' y 'honestidad' aparecen invariablemente en todas las publicaciones sobre poliamor. Sus partiarios llevan a gala el ser especialmente respetuosos con sus parejas fijas u ocasionales. Las relaciones múltiples nunca se pueden llevar a cabo coaccionando, abusando, mintiendo o ignorando. Se trata de encuentros consensuados por todos que buscan el placer común.
  4. ¿Celos? Sí, puede haberlos, admiten, pero se hacen responsables de ellos. ¿Cómo? Trabajan para que estos no les empujen a culpabilizar al otro y sí para pedir ayuda cuando lo necesitan. En los libros y talleres de este colectivo existen numerosos capítulos dedicados a la canalización de los celos y a resolver conflictos de manera "digna y honesta".
  5. Dos 'biblias', a falta de una: El libro 'La ética promiscua' es considerada 'la biblia' del poliamor. Publicado por primera vez en 1997 pero traducido al español en 2013, está escrito, además, por dos mujeres: las feministas Dossie Easton y Janet Hardy. Ahonda en los modelos que van más allá de los patrones amorosos tradicionales y plantea sus principios. Junto a él, 'Opening up', de Tristan Taormino, quien aborda el tema de una forma más práctica (incluye hasta ejercicios para ver qué tipo de relación es la apropiada para el lector).
  6. Amantes de la teoría tanto como de la práctica. ¿Y qué tipo de actividades organizan las numerosas asociaciones de poliamor que han surgido a raíz de su popularidad? Conferencias, cinefórum, talleres de ligue no invasivo, comunicación no violenta… La teoría , el autoanálisis y el debate con un espíritu abierto y un aura intelectual forman parte de su ADN tanto como la lujuria. Tampoco se descuidan las cañas, que en la Asociación Poliamor Madrid son 'policañas'. Otro grupo muy popular es el de Golfxs con Principios.
  7. ¡Ojo! Esto no es poliamor. La 'promiscuidad ética' también tiene sus propios saboteadores internos. Es el 'polifake', un prototipo generalmente de sexo masculino que se camufla en el poliamor cuando su verdadero fin es lograr sexo fácil y en cantidad (y el poliamor "no es eso", aclaran con rotundidad sus seguidores). Estos también destacan su sopresa ante el número de personas que se apuntan a sus encuentros buscando, en realidad, una relación monógama.
  8. Críticos y críticas. No solo el poliamor es censurado por los segmentos más tradicionales. También se enfrenta a las críticas de aquellos que declaran que no es el paraíso idílico que, supuestamente, se quiere vender. "Es un camino complejo y su buena práctica implica mucha (¡mucha!) comunicación y paciencia", explica este sector. Otros afirman que estos amores múltiples en realidad no son tan subversivos como aparentan y parten de valores y emociones heredados de la monogamia. ¿La solución que ofrecen para que prosperen? ¡Dinamitar todo!