La ola de calor que padece España desde hace varios días --hoy empieza a remitir-- ha fulminado registros históricos de temperaturas máximas y ha vuelto a disparar las alertas sobre la importancia de actuar para prevenir los efectos del cambio climático.

La localidad de Montoro (Córdoba) registró el jueves 47,3 grados e inmediatamente se activaron las alarmas al comprobar que se trataba de la temperatura más alta registrada nunca en España, y surgieron también las controversias para determinar si ese registro se puede considerar un récord histórico: no lo es.

Conocido el dato, la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático se hizo de eco del mismo a través de su perfil en la red social Twitter y apelaba a la urgencia de actuar contra el cambio climático.

Organizaciones conservacionistas como WWF se refirieron también a ese registro como «récord histórico» y advirtieron de que así van a ser los veranos como consecuencia del cambio climático. La clave para validar los valores extremos reside en si estos se registran en estaciones meteorológicas de la red secundaria o de la red básica o principal, la que de acuerdo con los estándares de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) debe tener una atención y un mantenimiento prioritario y más cuidado.

El de Montoro (47,3) se registró en una estación secundaria y, por lo tanto, no podría considerarse como récord histórico. Sí se puede considerar como tal el dato que se produjo el pasado jueves en el aeropuerto de Córdoba, donde se llegó a los 46,9 grados, ya que cumple los requisitos para su homologación.