La epidemia de ébola en la República Democrática del Congo (RDC) no es, por el momento, una emergencia sanitaria con impacto internacional, si bien la enfermedad avanza y afecta ya a tres zonas del país. Existe el «riesgo de una propagación rápida», según ha afirmado este viernes en rueda de prensa el presidente del Comité de Emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Robert Steffen.

Las dos zonas rurales de Bikoro e Iboko y el núcleo urbano de Mbandaka son, hasta ahora, los afectados por este último brote de ébola. Ya hay 14 casos confirmados de la enfermedad y una muerte, según el Ministerio de Sanidad, aunque existen otros muchos casos sospechosos. «Una crisis de ébola es siempre preocupante, aunque aún no se puede hablar de un escenario negro», dijo, en la línea de la OMS, el experto en el virus y coordinador de emergencias de Médicos Sin Fronteras (MSF) Luis Encinas.

Aun así, las autoridades llaman a la calma. La OMS, a través de Robert Steffen, encomió todas las medidas de control que se han tomado en los 10 días transcurridos desde que se declaró oficialmente el brote (el pasado 8 de mayo), incluyendo el reforzamiento de la vigilancia epidemiológica para identificar rápidamente nuevos casos, la inmediata movilización del Gobierno y la participación de las comunidades en este esfuerzo.