En un intento por frenar las críticas que empezaban a emerger de los países afectados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer que la epidemia de virus zika, que en estos momentos afecta a 24 países, en especial a Brasil y Colombia, es una “emergencia internacional”.

La decisión, adoptada por el comité de expertos, virólogos, neurólogos y epidemiólogos entre ellos, facilitará el inicio de investigaciones sobre un virus desconocido cuyo contagio, salvo complicaciones, no resulta mortal. Su principal consecuencia epidemiológicamente probada es la microcefalia que causa en los niños cuando sus madres sufren la infección durante el embarazo. La decisión de la OMS responde a la inquietud y expectativas creadas desde que la semana pasada la directora general del organismo, Margaret Chan, anunciara la “expansión explosiva” del zika.

A medida que avanza la epidemia queda en evidencia el enorme desconocimiento científico que rodea a este microorganismo infeccioso, un vacío que el Comité de Emergencia de la OMS intenta reducir estableciendo medidas que promoverán la investigación, tanto en busca de fármacos o una vacuna, como para precisar las consecuencias de un contagio. Este desconocimiento es ahora la principal preocupación de los expertos de la OMS. H