La epidemia de ébola en África occidental ha concluido después de que Guinea, Libera y Sierra Leona superaran el periodo que garantiza que la transmisión del virus se ha interrumpido, pero el riesgo de que aparezcan nuevos casos obliga a la precaución y a mantener la vigilancia.

Tras confirmar la buena noticia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró ayer que “el trabajo no está terminado” porque los tres países “afrontan un alto riesgo de pequeños brotes adicionales” de la grave enfermedad. La epidemia que se declaró en marzo del 2014 ---con los primeros casos que se remontan a diciembre del 2013-- registró 11.300 muertes y 28.500 casos, aunque los especialistas de la OMS reconocieron que estas cifras pueden ser menores de a lo real.

La duración de la epidemia (casi dos años) permitió realizar varios estudios y se comprobó que el virus puede permanecer “dormido” en el semen de los varones que sobrevivieron a la enfermedad, por periodos que puede llegar hasta los 12 meses.

Aunque el portador del virus no manifieste ningún síntoma concreto, puede transmitirlo.

Desde el inicio de la epidemia, España ha investigado 56 casos sospechosos en 14 comunidades autónomas, de los que solo uno, el de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, dio positivo. H