La directora de Salud Pública de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, afirmó ayer que los modelos con los que trabajan van descartando «cada vez más» una segunda ola importante de coronavirus.

No obstante, Neira pidió «mucha prudencia» y «sentido común» en esta fase «muy crítica» de la pandemia, la de la desescalada, y en declaraciones a RAC-1 solicitó que la población no tenga «ni paranoia ni excesiva relajación», y que «aprenda a convivir con las enfermedades infecciosas». «Hay muchos modelos que avanzan muchas probabilidades. Hablan desde un rebrote puntual hasta una ola importante, pero esta última posibilidad cada vez se va descartando más. Estamos mucho mejor preparados en todos los ámbitos», indicó.

«Hemos rebajado tanto la tasa de transmisión que el virus tendrá dificultades para sobrevivir. Debemos tener mucha prudencia para afirmar si esto es el final de la ola, pero los datos como mínimo nos muestran que se ha evitado la transmisión y la explosión de las primeras semanas», detalló Neira. Sin embargo, puntualizó que «vale la pena no hacer muchas previsiones porque las próximas semanas son una fase muy crítica». «Con la apertura hay que ver cómo se comporta el virus. Esperamos que no haya otros brotes, pero será una batalla día a día. Dentro de dos o tres semanas veremos si es necesario corregir», concluyó.