Las condiciones meteorológicas extremas registradas en el 2016, atribuidas en buena medida al fenómeno de El Niño, proseguirán durante el 2017 pese a que el característico fenómeno de las aguas del Pacífico ya ha terminado.

Son los efectos del calentamiento global, dice la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dependiente de la ONU. «Incluso sin Niño, en el 2017 estamos viendo cambios notables en todo el planeta que desafían los límites de nuestra comprensión del sistema climático. Estamos en un territorio inexplorado», subrayó David Carlson, director del Programa de Investigación sobre el Clima de la OMM. Las últimas inundaciones en Perú son solo un ejemplo de lo que puede estar por venir.

Aunque apenas han pasado tres meses, todo indica que el año actual volverá a ser excepcional. La temperatura mundial fue el pasado enero la tercera más elevada de su serie desde que empezaron las mediciones a mediados del Siglo XIX, solo por detrás de los meses de enero del 2016 y 2007, mientras que el pasado febrero fue el segundo más cálido, también por detrás del insólito 2016. Los datos proceden de la NASA y la NOAA, las dos instituciones estadounidenses que computan temperaturas a nivel global.

En su declaración sobre el Día Meteorológico Mundial, que se celebra mañana, la OMM también recuerda como hecho excepcional que el Ártico sufrió durante el pasado invierno tres «olas de calor» debidas a «poderosas tormentas que trajeron consigo entradas de aire caliente». En pleno invierno, dice, «había días en que las temperaturas estaban cerca del punto de fusión del hielo».

LA FUSIÓN DEL ÁRTICO // El pasado septiembre, mes en el que se suele alcanzar el mínimo anual de hielo, la banquisa llegó a cubrir solo 4,14 millones de kilómetros cuadrados, un 34% menos de extensión que en el promedio 1979-2000. «La fusión del Ártico está llevando a un cambio más amplio en los patrones de circulación oceánica y atmosférica. Están afectando al clima en otras partes del mundo», afirma la OMM. Además, en contraste con la tendencia de años previos, el hielo marino que rodea la Antártida también alcanzó el pasado febrero, verano austral, un «mínimo récord» de solo 2,22 millones de kilómetros cuadrados. La anterior marca databa del 1997.

En total, 15 de los 16 años más cálidos del registro instrumental desde 1850 han acontecido en el Siglo XXI. «Este aumento es coherente con otros cambios que se producen en el sistema climático», subrayan desde la OMM.