En el momento más dramático de la crisis del coronavirus en España, con el sistema sanitario al borde del colapso y la incertidumbre de cómo y cuándo va a poder superar el país la catástrofe, la política se enreda en su peor versión. Nunca hubo tregua, es cierto. Pero el clima entre partidos se ha ido enturbiando esta semana con una escalada de críticas que se elevó todavía más ayer tras conocerse que el Gobierno compró un lote de 9.000 test de diagnóstico rápido defectuosos que ahora tiene que devolver.

La Moncloa asume que fue un error y alega que en una vorágine de decisiones siempre existe un margen de que pueda haber equivocaciones. Las derechas, PP, Vox y Ciudadanos entienden, en cambio, que este último caso corrobora lo que ya han venido señalando: que la respuesta de Pedro Sánchez ante la pandemia, además de llegar tarde, resulta ineficaz y que llegará un día en que tendrá que asumir responsabilidades.

EL REVÉS /A nadie se le escapa que el error por la compra de test que no funcionaban a una empresa sin licencia es un revés que erosiona la reputación del Ejecutivo en un momento crítico. La pregunta es qué efectos puede tener para Sánchez esa equivocación cuando la emergencia es tan apremiante. En la Moncloa, aseguran, no van a ocupar tiempo en valorar eso y tratan de pasar página. «En toda gestión el que hace cosas se equivoca. Es más difícil hacer que comentar. Y ahora no podemos perder tiempo en comentar», resumen fuentes del Ejecutivo.

Sobre las críticas de la oposición, no hay respuesta. Sánchez ha impuesto a su equipo no caer en confrontaciones, aunque impera la sensación de que algunos partidos en lugar de arrimar el hombro tratan de sacar ventaja. «No es el momento del ruido, es el momento del trabajo», responden desde el Gobierno.

CASADO PIDE DATOS / El presidente del PP, Pablo Casado, pidió a Sánchez que aclare la compra del lote de pruebas rápidas a la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnology. «Sánchez debe explicar por qué el Gobierno no ha validado los test que ha comprado y que no funcionan, y si se han adquirido a una empresa sin licencia, como dice China. Si es cierto, estamos ante una auténtica irresponsabilidad que debe tener consecuencias», escribió en Twitter. Su número dos, Teodoro García Egea, acusó al Ejecutivo cometer «error tras error» al conocerse la compra de pruebas defectuosas.

Vox volvió a pedir la destitución del responsable del centro de coordinación de alertas y emergencias sanitarias, Fernando Simón. Ciudadanos no fue tan lejos. Su presidenta, Inés Arrimadas, conminó al Ejecutivo a no cometer nuevas equivocaciones. «No podemos permitirnos pasos en falso en esta crisis. Esto no puede volver a pasar», planteó.