Más de un millón y medio de personas de toda edad, sexo y condición participaron ayer en el desfile del Orgullo LGTBI en Madrid. Hubo carrozas (43), música, batucadas, globos, preservativos y el ambiente festivo habitual. Pero este Orgullo tuvo un elefante en la habitación. O en el armario. Alguien que estaba presente en charlas y pancartas. Fue el primer Orgullo con Vox en la vida de los españoles y en el Ayuntamiento de la capital. A la formación se refirió expresamente Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal LGTBI: «No nos llevarán a la Casa de Campo. La ultraderecha nos tendrá enfrente. No nos moverán», dijo en alusión a la propuesta de Javier Ortega Smith, número dos de Vox, de sacar el Orgullo a las afueras de la ciudad en el año 2020.

El desfile estuvo dedicado a los pioneros en la lucha por los derechos civiles de los homosexuales en España. Casi todos fueron acosados y perseguidos, algunos pasaron por comisarías y cárceles. Así, en la marcha estuvieron políticos como el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que se animó a bailar I Will survive, de Gloria Gaynor; y el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid en el 26-M, Ángel Gabilondo. Por parte del PP, acudió Jaime de los Santos, consejero autonómico de Cultura, que se abrazó en la parte trasera del desfile con Inés Arrimadas y otros representantes de Ciudadanos.

DE ESPALDAS EN CIBELES // A cuenta de sus tratos con el elefante Vox, Ciudadanos y Arrimadas perdieron este año su carroza. Uge Sangil lo explicaba así: «No podemos admitir a un partido que pacta con la ultraderecha y lanza mensajes de odio contra el colectivo LGTBI». Al llegar a la altura de la Cibeles, los organizadores de la manifestación dieron la espalda a la sede del consistorio, el palacio de Telecomunicaciones, donde este año, a diferencia de las anteriores, la bandera arcoíris del movimiento luce en un lateral.

A la cola de la manifestación festiva, Arrimadas no lo veía igual. «Estoy muy cómoda aquí, defendiendo la libertad», explicó. La portavoz de la formación naranja considera que «se habla demasiado de Vox, que no está aquí», confió en recuperar la carroza para el desfile del 2020 y prometió que se celebrará en «el corazón de Madrid». Aseguró que ese punto está recogido «en el acuerdo de gobierno firmado por Ciudadanos y el PP para la Comunidad de Madrid». Acuerdo que depende de los votos de Vox.

El Orgullo volvió a ser un éxito. No en vano, se calcula que el impacto del millón de visitantes que ha tenido Madrid suma entre 250 y 300 millones de euros.