La agresividad de los narcotraficantes no decae pese a los avisos de Interior de que el narco no quedará impune. Tres guardias civiles han resultado heridos en Algeciras (Cádiz) tras ser embestido su vehículo por un todoterreno cargado de droga que trataba de huir de las fuerzas de seguridad tras recoger un alijo de 700 kilos de hachís. Se trata del sexto incidente de estas características en apenas una semana en Cádiz y Málaga, que se han saldado con once agentes de la Guardia Civil y dos miembros de la Policía Nacional heridos de diversa consideración.

El último incidente violento se produjo este jueves por la mañana en la N-340 a su paso por Algeciras. El vehículo, un todoterreno de alta gama, había sido identificado poco antes en el transcurso de un dispositivo de vigilancia establecido por la Guardia Civil en el litoral, que había sorprendido un desembarco de droga desde una narcolancha en San Roque.

Tras cargar toda la droga, unos 25 fardos con aproximadamente 700 kilos de hachís, el todoterreno se dio a la fuga. Al ser localizado por el dispositivo policial, el conductor decidió embestir a uno de los vehículos oficiales camuflados que participaban en la operación, causando heridas de diversa consideración a los tres agentes que viajaban en su interior. Sin embargo, inmediatamente otros agentes lograron interceptar al todoterreno y detener a los dos ocupantes.

La última semana ha sido especialmente intensa en la lucha contra el narcotráfico. Además de las embestidas a los coches policiales que se han sucedido en la costa entre Tarifa y Estepona, en Bornos otros agentes fueron recibidos con disparos de escopeta cuando trataban de localizar una plantación de marihuana oculta entre cultivos y campos abandonados. El incidente más grave se produjo el pasado sábado, cuando un agente de Policía resultó gravemente herido y tuvo que ser intervenido dos veces de urgencia para tratar de salvarle el brazo tras quedar destrozado en otra embestida de un todoterreno con 556 kilos de hachís.

La acumulación de incidentes provocó que el pasado lunes el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, y la cúpula de la Guardia Civil y la Policía Nacional se desplazaran a la zona para atribuir la escalada violenta a la desesperación de las bandas criminales por un acoso policial que les hace sentirse encerrados. La desesperación lleva a los narcos a estos actos violentos porque se les ha complicado mucho su actividad delictiva, explicó Marlaska, advirtiendo además que ningún atentado contra los agentes de la autoridad va a quedar impune.

El responsable gubernamental subrayó que, pese a las críticas de los sindicatos policiales, las plantillas de las fuerzas de seguridad en el Campo de Gibraltar están dotadas al cien por cien y han aumentado los medios materiales. Vamos a ir dando los medios necesarios y adaptando nuestra actuación a las necesidades, como llevamos haciendo, insisto, dos años, añadió. Marlaska presumió además de resultados del Plan Especial contra el narcotráfico en la comarca, que en los dos años de su puesta en marcha acumula más de 8.000 detenidos y más de medio millón de toneladas de droga intervenida. Asimismo, hizo hincapié en la persecución del patrimonio de los narcos, que es donde más daño se les hace a las organizaciones criminales.