El presidente del PP, Pablo Casado, apoyó ayer el cierre total de la región de Murcia, gobernada por su partido. El presidente del Ejecutivo autonómico, Fernando López Miras, pidió el domingo por la noche el confinamiento de todas las personas que no participen en actividades esenciales para asegurar el abastecimiento y la supervivencia de la ciudadanía. López Miras firmó ayer por la mañana una orden para que «la autoridad competente», en referencia al Gobierno central de coalición, apruebe esa medida.

Casado ve «sensata» la petición de López Miras y reclama a Pedro Sánchez que tenga en cuenta la «problemática» de cada autonomía. «Prefiero que pequemos por exceso con esta pandemia», dijo en una rueda de prensa telemática. Según datos del Gobierno murciano, hasta ayer habían muerto tres personas por el covid-19. Es la comunidad con menos casos. «El objetivo es no llegar a las lamentables cifras de otras regiones», afirman fuentes de la dirección.

El presidente de PP, por contra, no ve factible el cierre total de Madrid. Subrayó que conoce «bien el operativo» de esa autonomía, gobernada por el PP. Con la información que cuenta, no ve posible la clausura de los servicios que no sean esenciales porque puede afectar al «suministro alimentario», «la pernoctación de profesionales sanitarios o policiales o incluso en la capacidad operativa de las grandes infraestructuras del Estado», como el aeropuerto.

En su intervención, Casado aseguró en varias ocasiones su intención de no criticar al Ejecutivo porque, apuntó, «ya habrá tiempo de dirimir la incompetencia», pero cerró la comparecencia cargando contra el vicepresidente, Pablo Iglesias, por no dar ejemplo y no guardar cuarentena después de saber que su pareja, la ministra de Igualdad, Irene Montero, está infectada. También lamentó que Sánchez no haya telefoneado a José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, la ciudad más golpeada por el virus.