El Paciente de Düsseldorf es el tercer caso en el mundo de remisión a largo plazo del VIH. Se trata de un hombre de 50 años con infección de VIH que en febrero del 2013 recibió un tratamiento de células madre para tratar una leucemia mieloide aguda. Las células del donante también tenían la mutación CCR5 Delta 32. En noviembre del 2018, los médicos interrumpieron la medicación antirretroviral y, 14 meses después, continúa sin rebote viral. Los análisis muestran rastros de ADN del virus en los nódulos linfáticos y el tracto gastrointestinal, aunque sin capacidad infecciosa. Según los investigadores, estos resultados son compatibles con una remisión sostenida del VIH.

Habitualmente, cuando las personas con infección de VIH interrumpen su tratamiento, el virus rebota a lo largo de las primeras cuatro semanas. La falta de rebote en estos casos se debe a que las células del donante son resistentes al VIH, y a medida que van reemplazando las células del receptor después del trasplante, merman las posibilidades de infección del virus, que acaba desapareciendo.

Aun así, Martínez-Picado subraya que «todavía quedan ciertas barreras por derribar antes de que la edición genética del receptor CCR5 pueda ser utilizada como estrategia de curación para toda la población.