El cáncer es uno de los mayores desafíos sanitarios del mundo. Es la segunda causa de muerte global y en España, donde se calcula que padecen la enfermedad 1,5 millones de personas, cada año se diagnostican 275.000 nuevos casos. Sin embargo, hasta ahora no se había cuantificado el coste económico y social de la dolencia en este país, al menos incluyendo todas las variables, una laguna que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha intentado paliar, con motivo de la celebración, hoy, del día mundial.

El resultado de la investigación --llevada a cabo por la consultora Oliver Wyman-- es tan preocupante como la elevada incidencia: el cáncer tiene un coste de, al menos, 19.300 millones de euros, lo que supone un 1,6% del PIB español. De esa cifra, el 55% del gasto lo asume el sistema sanitario y el resto, el 45%, lo costean las familias, aunque los porcentajes difieren según avanza la enfermedad. Así, se estima que 7.300 de esos 19.300 millones se invierten el primer año en el que se diagnostica, y el 55% lo asumen las administraciones, mientras que a partir del segundo año se gastan alrededor de 12.000 millones y el 68% lo pagan los pacientes.

Los cánceres más costosos son, evidentemente, los de mayor presencia: el colorrectal (2.500 millones); el de mama (2.200 millones), el de próstata (1.000 millones) y el de pulmón (2.100 millones). Sin embargo, son más baratos en el periodo inicial.