Estupefacción e indignación. Ni se lo creen ni lo entienden. Y muchos piden que se haga justicia y desean lo peor a los padres del bebé de dos meses ingresado con múltiples lesiones en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Maternoinfatil de Vall de Hebron. Solo unas horas después de que trascendiera que la Generalitat se ha hecho cargo de la custodia del bebé y de que el juez de guardia de Arenys ha quitado el pasaporte al jovencísimo progenitor (solo tiene 21 años), la familia del recién nacido (sus padres y los abuelos, padre del chico y su pareja) han abandonado supuestamente el edificio de la calle de Jaume I en el que viven todos.

"Todavía recuerdo cuando se llevaron al bebé al hospital. Se oyeron gritos en la escalera. 'Está muy malito, está muy malito', decía el abuelo del niño mientras bajaba corriendo con el pequeñín desde su piso por la escalera". La escena, explicada por una vecina jubilada, se producía en un humilde edificio de la calle de Jaume I, a apenas 300 metros de la sede de la Policía Local de Pineda y muy cerca de la comisaría de los Mossos d'Esquadra. "No esperaron ni a la ambulancia. Se fueron en su coche al Hospital de Calella", añade la mujer. Fue este centro médico comarcal el que decidió enviar al pequeño a Vall deHebron dada la gravedad de sus heridas.

UNA FAMILIA DISCRETA Y SIN PROBLEMAS

"No lo puedo entender. En casa de los chicos no se oían gritos ni golpes. Ellos son muy discretos. El padre de él vive justo al lado, en el mismo rellano, y son buena gente", añade la vecina, que prefiere no decir su nombre y que confirma que este domingo los pisos de la pareja y el padre están vacíos. Y uno de ellos tiene la ventana abierta y una luz encendida, como si se hubiera producido una marcha precipitada. El bebé vivía en el inmueble con sus jovencísimos padres (ella tiene 18 años), que se instalaron hace pocos meses. El padre de él, trabajador de mantenimiento de un hotel de Calella, que vive pared con pared con su vástago, es argentino y su mujer, rusa. El hijo y padre del bebé es uruguayo.

"La verdad es que nunca hemos tenido ningún problema con ellos. Primero llegó el padre y su mujer y luego cogieron el piso de al lado para el hijo. Estamos todos muy sorprendidos por lo ocurrido", ha explicado Antonio Sánchez, presidente de la comunidad, visiblemente afectado. Añade que desde que durante todo el sábado en la puerta del inmueble aparcó una unidad móvil de televisión, la familia no ha vuelto a aparecer.

BUZONES SIN ETIQUETA

El domingo al mediodía nadie contesta al interfono de ninguno de los dos pisos ni al timbre de las puertas. Los dos buzones del rellano están vacíos y carecen de etiqueta identificativa, que sí estaba antes. En el piso de abajo, la puerta de una vivienda está totalmente sellada con ladrillos, muestra del problema de los pisos ocupados ilegalmente que no para de aumentar en este barrio.

La aparición de la madre del niño en una cadena de televisión el sábado exculpando al padre del pequeño y asegurando que ella no sabía que el bebé fuera maltratado ha indignado más a algunos vecinos de Pineda, que enseguida han ubicado el domicilio de la familia. Los comentarios vuelan en Facebook donde incluso algunos conocidos han colocado fotos de la joven pareja. La mayoría de los comentarios son muy duros.

"ES HORA DE INTERVENIR"

"No se merecían tener un hijo. Cuántas parejas luchan por ser padres y madres. Qué mal repartido está el mundo. A estos habría que darles una somanta de palos y dejarlos tiesos en sentido figurado y despreciados por todos", afirma María D. "A ver qué hace el alcalde o los servicios sociales. Es hora de intervenir. Fuera de Pineda. Si no, tendríamos que echarlos nosotros por la seguridad de otros niños". dice Jesús G.

En la misma pagina de Facebook donde se comentan las noticias de Pineda de Mar y especialmente este suceso (que suma hoy domingo 150 comentarios) varios usuarios convocaban al mediodía una manifestación delante del domicilio de los padres del bebé maltratado. Solo acudieron una mujer y dos jovencitas. Y una patrulla de la Policía Local, que se fue enseguida al comprobar que la protesta no llegaba a realizarse.

"¿Es que somos inhumanos? Si por una mascota se ha hecho una concentración, ¿por un bebé no va a ir nadie? Sería una vergüenza para Pineda si no se hiciera. Justicia social y punto", escribe Raquel S. Este lunes está previsto que el alcalde de esta localidad del Maresme, Xavier Amor, se pronuncie sobre el terrible suceso.